El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, logró hablar este lunes con el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, sobre las medidas de emergencia para enfrentar la llegada del huracán Milton esta semana, después de que se reportara que el jefe del Ejecutivo floridano se había negado a contestarle al mandatario demócrata.
La Casa Blanca informó en un comunicado que Biden habló con DeSantis «para obtener un informe de primera mano» sobre los esfuerzos de recuperación tras el paso del huracán Helene, que ha dejado 230 muertos en el sureste de EE. UU., y para analizar los preparativos para el huracán Milton.
Según explicó este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, DeSantis habló el domingo solo con la administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), Deanne Criswell.
En la mañana de este lunes la cadena NBC informó que en las últimas horas, citando a fuentes cercanas a DeSantis, el gobernador se había negado a contestar a Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris.
Es habitual que el presidente de EE. UU. llame por teléfono a los gobernadores de estados afectados por desastres naturales para coordinar la prestación de ayuda.
En la rueda de prensa de la Casa Blanca, Jean-Pierre defendió que el Ejecutivo está cumpliendo con su obligación de ayudar a los estadounidenses que se han visto damnificados por el huracán Helene y que ahora se preparan para el Milton.
«Si tienes al presidente y a la vicepresidenta intentando ofrecer asistencia a tus constituyentes, a la gente que vive en tu estado, para asegurarnos de que estamos haciendo todo lo que debemos hacer y estamos tendiendo la mano, ofreciendo nuestro apoyo, corresponde al gobernador decidir si responde o no», dijo.
Biden viajó a Florida el jueves para supervisar el daño causado por Helene y no se reunió con DeSantis porque este tenía previsto viajar a otras partes del estado para ver el daño provocado por el huracán, según indicó entonces la Casa Blanca.
En una rueda de prensa en Florida, DeSantis confirmó a mediodía del lunes que no había hablado por teléfono ni con Biden ni Harris.
Explicó que Biden intentó contactarlo hace un par de días, pero que no pudo atender la llamada porque se encontraba en un helicóptero. Respecto a Harris, aseguró desconocer cualquier intento de comunicación por parte de la vicepresidenta.
«No sabía que ella había llamado, así que no estoy seguro a quién llamaron, pero a mí no me contactaron», declaró DeSantis, quien sin embargo subrayó que ha recibido toda la ayuda solicitada del Gobierno federal.
DeSantis es una de las figuras más destacadas del Partido Republicano. Fue durante años un fiel aliado del expresidente Donald Trump (2017-2021), que se enfrentará a Harris en las elecciones del 5 de noviembre próximo, aunque la relación se agrió cuando el gobernador compitió en las primarias del partido que el expresidente acabó ganando.
El propio Trump ha difundido desinformación sobre la respuesta del Gobierno federal a los huracanes. La semana pasada llegó a afirmar que el Ejecutivo no estaba respondiendo a la destrucción y que el gobernador de Georgia, Brian Kemp, estaba intentando llamar a Biden por teléfono y no conseguía hablar con él.
El propio Kemp, del Partido Republicano, negó inmediatamente que eso fuera verdad y, de hecho, elogió la oferta de ayuda del Gobierno federal
Por su parte, Harris se mostró este lunes contundente al referirse al incidente con el gobernador de Florida.
En declaraciones a los medios en la Base Aérea Andrews, en Maryland, cerca de Washington, consideró que en momentos de crisis como el actual es «cuando los que se llaman líderes deben dejar la política a un lado y poner a la gente primero».
«La gente necesita apoyo desesperadamente en estos momentos, y jugar a juegos políticos durante situaciones de crisis, en el punto álgido de las emergencias, es totalmente irresponsable y egoísta. Solo se trata de ventajas políticas», señaló la vicepresidenta.
Además de hablar con DeSantis el presidente estadounidense habló por separado con la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, sobre las medidas tomadas por la ciudad, que se espera sea una de las zonas más impactadas por el huracán Milton.
Biden pidió al gobernador y a la alcaldesa que «lo llamaran directamente si hay algo que se pueda hacer» para seguir apoyando las tareas de respuesta y recuperación.
Florida, que aún intenta recuperarse de los daños de Helene, está preparándose para la mayor evacuación desde 2017 ante la amenaza del huracán Milton, de categoría 5 y con vientos de 280 kilómetros por hora (175 millas), que atravesará casi todo el estado de oeste a este a partir del miércoles.