Cuando emigramos, no dejamos de preocuparnos por nuestros países de origen. Seguimos teniendo fuertes lazos que nos mantienen conectados, ya que muchos todavía tenemos familia viviendo allá. Y cuando oímos hablar de los estragos que el cambio climático está causando, nos duele y nos preocupamos.
Este mes de junio, cuando conmemoramos una vez más el Día Mundial del Medio Ambiente, es un buen momento para reflexionar y tomar acción, especialmente frente a los terribles desafíos del cambio climático que están impactando a Latinoamérica.
México se está enfrentando a una tercera ola de calor. En los últimos días, al menos una docena de ciudades en México han batido récords de temperaturas, causando al menos 48 muertes por insolación y deshidratación en dos meses. El calor intenso ha provocado apagones y ha llevado a la suspensión de clases en el centro del país donde los termómetros llegaron hasta los 50 grados centígrados. La brutal ola de calor incluso está provocando que los monos aulladores “caigan de los árboles como manzanas”. Una imagen verdaderamente escalofriante.
Venezuela se ha convertido en el primer país de América Latina en perder todos sus glaciares. Previamente el país albergaba seis glaciares. El derretimiento ha ido empeorando durante la última década en los Andes, que se extienden por Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Esto tiene consecuencias devastadoras para las comunidades que viven en sus laderas y dependen de ellos para obtener agua y para la producción de energía y alimentos, así como para ecosistemas únicos como el páramo.
En Brasil, al menos 169 personas han muerto hasta el momento por las fuertes lluvias e inundaciones que han estado azotando al país desde finales de abril. Según reportes, hay 56 personas aún desaparecidas y otras 806 personas heridas. Además, más de 2,3 millones de personas se vieron afectadas de alguna manera por los torrenciales, mientras que 581.000 personas fueron desplazadas de sus hogares y 55.813 personas aún permanecen en refugios temporales.
Los meteorólogos del Centro de Predicción del Clima, que forma parte del Servicio Meteorológico Nacional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) han proyectado una actividad de huracanes por encima de lo normal en la cuenca atlántica este año. Las perspectivas de la NOAA para la temporada de huracanes en el Atlántico de 2024, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, prevén un 85 por ciento de probabilidades de una temporada por encima de lo normal. Esto podría ser devastador para la cuenca atlántica, que incluye el norte del Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México.
La intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos se está viendo alimentada por la crisis climática. Somos muy conscientes de que estos fenómenos han empeorado debido a que el mundo se está calentando rápidamente a causa de los gases de efecto invernadero, que proceden de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.
Según una encuesta de Hart Research, el 61 por ciento de los votantes latinos que viven en estados clave para las elecciones creen que el cambio climático es una crisis hoy en día o lo será en un futuro cercano. Pew Research encontró que el 75 por ciento de todos los latinos creen que debería ser una prioridad abordar la crisis climática.
En estos últimos cuatro años el Presidente Biden ha dado máxima prioridad a la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente. Desde el día uno dio una señal clara para los estadounidenses y el resto del mundo al volver a suscribir el Acuerdo de París. Desde entonces, ha tomado más acciones climáticas que cualquier otro presidente en la historia de los Estados Unidos con su plan de energía limpia.
En el otro extremo, Trump ha dejado claro que está en el bolsillo de las grandes petroleras. No olvidemos que su administración concedió $25 mil millones en exenciones fiscales y al día de hoy continúa haciendo este tipo de promesas a cambio de donaciones. Su plan, su proyecto 2025, es darles regalías y beneficios a las grandes corporaciones de gas y petróleo, una luz verde para contaminar sin medida, a cambio del bienestar de todos nosotros. Con Trump en la Casa Blanca Estados Unidos y el mundo entero presenciará un aumento del cambio climático a niveles nunca antes vistos.
El día de las elecciones se acerca rápidamente y es importante que los votantes tengan en cuenta quién tiene en mente el bienestar del planeta y quién se limitará a hundirnos aún más en la crisis climática.
Antonieta Cádiz es la directora ejecutiva adjunta de Climate Power En Acción. Anteriormente, trabajó como corresponsal nacional para La Opinión y fue escritora política nacional para Univisión.