
El 29 de abril marca 100 días desde que Donald Trump asumió por segunda vez el mandato presidencial.
Trump anunció entonces los ejes de su presidencia: “asegurar nuestras fronteras, fortalecer nuestra economía y restaurar la excelencia estadounidense”.
El objetivo de esta Administración en inmigración es alcanzar un millón de deportaciones anuales. Para ello –según recuento del Instituto de Política Migratoria (MPI)– ha implementado 175 medidas ejecutivas en materia de inmigración desde que asumió el cargo. Otras acciones han comprendido el reasentamiento de refugiados, mayor investigación de antecedentes de los estudiantes internacionales (y otros beneficiarios de visas), despliegue de amplios recursos en la frontera sur, detención de casi 800 inmigrantes en un único operativo de ICE con las fuerzas locales y visitas a América Latina de altos funcionarios de la Administración.
La comunidad inmigrante vivió estos 100 días en fases que fueron de la incredulidad de las “deportaciones masivas” a la resignación al ver que hasta ciudadanos también eran detenidos por autoridades migratorias.
Algunos han decidido seguir el consejo de la Administración Trump, sobre la autodeportación; un camino que, en palabras de Susana (nombre figurado para proteger su identidad), maestra en una escuela elemental de un pequeño pueblo de mayoría hispana del sur de Delaware, va a ser adoptado por un número importante de familias de su escuela. Estas, al parecer, ya han anunciado a algunos maestros, que sus hijos no se matricularán el próximo curso ya que la familia “va a regresar a su país de origen”.
Otros, albergan la esperanza de encontrar una vía para permanecer. Creen que las demandas de los fiscales generales de diferentes estados, contra varias órdenes ejecutivas –también migratorias– firmadas por el presidente, prosperarán y las órdenes sean paralizadas.
Y es que mientras por un lado, coaliciones de fiscales generales de distintos estados demandan al Gobierno federal (al menos 50 recursos incluyendo tres sobre temas migratorios, ya han llegado a la Corte Suprema), los legisladores estatales están trabajando en diferentes proyectos de ley que protejan a los inmigrantes frente a las leyes federales.
En el área mid-atlántica los fiscales generales de Delaware, Kathy Jennings y de New Jersey, Matthew J. Platkin y sus departamentos de justicia son activos y han suscrito muchos de esos recursos.
Hasta la fecha, la Corte Suprema ha afirmado la autoridad del poder Ejecutivo en materia de inmigración, y ha “subrayado el acceso de los inmigrantes al debido proceso y a la revisión judicial” (algo que diferentes grupos reclaman para Kilmar Abrego García actualmente en prisión en El Salvador), señala un reciente análisis publicado por la revista de MPI, Migration Information Source.
A modo de ejemplo, la actividad legislativa que se está teniendo en Delaware donde varios proyectos de ley buscan ser aprobados contrarreloj para constituirse como muro de protección de las familias inmigrantes:
HB 44, modifica el título 14 del código de Delaware en relación con la educación para migrantes.
HB 58, modifica el título 11 del código de Delaware en relación con detenciones y arrestos. Bajo esta Ley, un agente del orden público de Delaware no está autorizado a: (1) Detener, interrogar, arrestar, registrar o detener a cualquier individuo basándose en su estatus migratorio o de ciudadanía real o sospechado, o en violaciones reales o sospechadas de la ley federal de inmigración civil. (2) Preguntar sobre el estatus migratorio, la ciudadanía, el lugar de nacimiento o la elegibilidad de un individuo para un número de seguro social. (3) Hacer un arresto, detener o prolongar la detención de un individuo basándose en órdenes de inmigración civil u órdenes de detención de inmigración.
HB 59 modifica el título 11 del código de Delaware en relación con la divulgación y publicación del nombre y la fotografía de personas acusadas de delitos.
HB 60, modifica el título 21 del código de Delaware en relación con la privacidad de datos de la División de Vehículos a Motor.
HB 93, modifica el título 14 del código de Delaware en relación con las escuelas públicas.
HB 94, modifica los títulos 10 y 11 del código de Delaware en relación con la cooperación policial en la aplicación de la ley federal de inmigración.
HB 95, modifica el título 14 del código de Delaware en relación con la divulgación de expedientes estudiantiles, impidiendo que las escuelas y agencias educativas divulguen información sobre estudiantes o familias a las autoridades federales de inmigración (salvo que la ley lo exija).
HB 96, modifica el título 29 del código de Delaware en relación con los informes del Departamento de Justicia a la Asamblea General de Delaware, el Gobernador y la Oficina de Servicios Legislativos sobre los residentes indocumentados.
¿Qué valoración realiza el presidente de sus 100 primeros días?
En entrevista de 22 de abril a la revista Time; justificó su actuación en materia migratoria porque “Estoy haciendo exactamente lo que defendí en mi campaña… Biden permitió que gente entrara por su frontera abierta… Muchos criminales… vaciaron sus cárceles… y no me refiero solo a Sudamérica, hablamos de todo el mundo, se ha traído a nuestro país a gente muy peligrosa…”.
En cuanto a la liberación de Kilmar Abrego García dijo que “ese es un asunto que ha dejado a mis abogados…”, añadiendo que “lo hicieron parecer un santo, y era del MS-13… golpeador de esposas…”
Time hizo “fact–checking” de las declaraciones y apuntó que: “Si bien Trump ha hecho esta afirmación con frecuencia, no hay pruebas de que sea cierta (que otros países abran cárceles enviando a delincuentes)”. Michelle Mittelstadt, directora de comunicaciones del MPI dice que ‘… el único ejemplo previo que podemos recordar es el éxodo del Mariel en 1980” (cuando Castro permitió la salida de unos 125.000 cubanos de los cuales una minoría fue liberada de prisiones o de instituciones de salud mental).
El líder demócrata del senado Chuck Shumer describió en carta a los senadores demócratas el 27 de abril, “las estrategias que adoptarán para exponer el caos, el sufrimiento económico y los ataques a la democracia causados por los desastrosos primeros 100 días de Donald Trump”.
En contraste, los partidarios de Trump celebran los primeros 100 días del presidente Trump este 29 de abril en Michigan.
Mientras tanto, para muchos inmigrantes indocumentados estos 100 días han sido de miedo, no solo por ellos sino también por sus familias: su sueño americano, como le dijeron a la maestra Susana “no era esto”.