Tucson, AZ. – Los congresistas de Texas Sylvia García y Joaquín Castro denunciaron las «deplorables condiciones» en las que permanecen los indocumentados en los centros de detención en ese estado y mientras enfrentan la pandemia del COVID-19.
Tras una visita al centro de procesamiento en Pearsall y el centro en Dilley señalaron que uno de los principales problemas en los dos centros es que no se ha llevado el suficiente número de pruebas de COVID-19 entre los detenidos.
«Las condiciones en las que viven estas personas son deplorables«, dijo Castro durante una conferencia de prensa virtual al término de su visita a los centros de ICE el pasado lunes 22 de junio.
«Los migrantes están viviendo en condiciones muy peligrosas, en lugares muy cerrados, uno cerca del otro, lo que los pone en más riesgo de ser contagiados«, agregó.
El demócrata y presidente del Caucus Hispano del Congreso dijo que solo en Dilley se han registrado 47 casos positivos de COVID-19 entre los detenidos y otros nueve casos en guardias de seguridad.
Los congresistas pudieron ver durante su visita que los guardias y los detenidos utilizaban máscaras, aunque los inmigrantes les dijeron que ICE comenzó a proporcionarlas hace poco y que antes ellos mismos tenían que confeccionarlas.
«Llevamos casi tres meses dentro de la pandemia y no es posible que no se hayan llevado a cabo pruebas a todos los detenidos», dijo Castro, que agregó que ha visto al menos un niño de 15 meses entre los indocumentados detenidos.
El legislador dijo que ha recibido quejas de los inmigrantes sobre el uso de gas pimienta en su contra cuando han protestado por el trato que reciben.
Ambos congresistas reiteraron su llamado a una pronta liberación de los inmigrantes en los centros de detención, los cuales dijeron se han convertido en focos de contagio de COVID-19 en el país, y que harán audiencias del congreso para ese fin.
Enfatizó la importancia de las próximas elecciones presidenciales del mes de noviembre para lograr un cambio de liderazgo en Washington.
