Nueva York, EE.UU.- La relación entre el condado de Essex en Nueva Jersey y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que produjo millones de dólares por el encarcelamiento de inmigrantes mientras esperaban sus audiencias en la corte, llegó a su fin este martes luego de 13 años.
En abril pasado el ejecutivo de Essex, Joseph DiVincenzo, informó que el condado decidió poner fin al contrato con ICE porque habían llegado a un acuerdo «más lucrativo» con el vecino condado de Union, también en Nueva Jersey, para albergar a sus presos en la cárcel de la ciudad de Newark.
DiVincenzo aseguró que fue una decisión financiera y negó que respondiera a presiones de grupos proinmigrantes, que durante meses realizaron protestas fuera de esa cárcel.
Bajo el contrato con el condado, los detenidos en Newark (condado de Essex) tenían que ser trasladados antes del 23 de agosto. Se estima que al pasado 28 de abril había 165 detenidos del ICE en dicha instalación, por los que se pagaban 120 dólares al día por cada uno, según medios locales.
Una inspección federal sobre esa cárcel en 2019 encontró techos con goteras, camas en ruinas, carne en mal estado y pan mohoso en la cocina, así como la pistola cargada de un guardia olvidada en un baño, según el diario The New York Times
Los detenidos en esta y otras cárceles de Nueva Jersey declararon huelgas de hambre en protesta por las condiciones y para exigir ser liberados para evitar el contagio de covid-19.
Grupos proinmigrantes han exigido al gobernador Phil Murphy que firme el proyecto de ley aprobado por la legislatura en junio que prohíbe firmar, ampliar o renovar contratos con el ICE en ese estado.
También le han recriminado que su tardanza en promulgar esa ley llevó a que este mes el Centro de Detención en Elizabeth (EDC) extendiera su contrato hasta agosto 2023 con CoreCivic, una de las compañías de prisiones privadas más grandes del país.
Actualmente, CoreCivic alquila un edificio en una sección industrial de Elizabeth donde alberga 134 detenidos.
En un comunicado conjunto, defensores de los inmigrantes expresaron hoy su indignación por la demora de Murphy en convertir en ley el proyecto, lo que dicen hubiese prohibido que se extendiera ese contrato.
«Estuve detenido en el EDC durante cinco meses, soy diabético y no les importaba mi medicación ni mi comida. Me molestó escuchar sobre la extensión porque estaba emocionado de que la gente estuviera trabajando para poner fin a la detención en Nueva Jersey», indicó en el comunicado Francisco, quien prefiere usar solo su nombre.
«También esperaba que no más personas pasaran por lo que yo pasé. La EDC y la detención de inmigrantes deberían terminar en Nueva Jersey», afirmó Francisco, del Comité de Servicio de Amigos Americanos, un programa de derechos de los inmigrantes.
A los defensores les preocupa que la demora indique «una falta de voluntad» del gobernador para enfrentarse al ICE, «que ha tomado represalias contra las huelgas de hambre internas y los esfuerzos locales para poner fin a la detención de inmigrantes», indican en el comunicado.
Destacan que «más alarmante» es que esta nueva extensión ocurrió en el EDC, el único centro de detención privado del ICE de Nueva Jersey, «conocido por los graves abusos desde el inicio del contrato hace casi 30 años».
Manifestaron también su preocupación al señalar que el ICE “también ha reabierto un centro de detención privado en un sitio previamente cerrado en la vecina Pensilvania».