México ha dado pasos en seguridad y migración pero, para la secretaria Noem, queda «mucho por hacer»

Fotografía cedida por la Presidencia de México de la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum (d) conversando con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem (i), durante una reunión privada este viernes en el Palacio Nacional en Ciudad de México (México). EFE/Presidencia de México.

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, afirmó el viernes tras su encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum que México ha llevado a cabo acciones positivas en temas de seguridad y migración pero que “todavía hay mucho trabajo por hacer para detener el flujo de drogas y de migrantes ilegales” en su país.

La funcionaria estadounidense cerró el viernes en Ciudad de México su gira por tres países latinoamericanos, en su primer viaje por la región para hablar de inmigración, delincuencia y deportaciones

En un mensaje trasmitido a través de su cuenta de X, antes Twitter, la funcionaria estadounidense consideró insuficiente lo hecho por México, aunque dijo que “el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la frontera y la aceptación de vuelos de deportación es un paso positivo”.

“Nuestra colaboración contribuirá a que Estados Unidos y la región centroamericana vuelvan a ser seguras”, agregó, aunque México es un país norteamericano.

Por la misma red social, Sheinbaum se limitó a indicar que la reunión fue “provechosa” y que ambos países mantienen una “buena relación en el marco de respeto a las soberanías”.

Fotografía cedida por la Presidencia de México de la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum (d) conversando con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem (i), durante una reunión privada este viernes en el Palacio Nacional en Ciudad de México (México). EFE/Presidencia de México.

Este viaje se produce en un momento en el que la región adquiere cada vez más importancia para la administración de Donald Trump, que intenta aumentar las deportaciones a la vez que intensifica sus mensajes amenazantes para frenar la llegada de migrantes a Estados Unidos.

Mientras Noem visitaba El Salvador y Colombia, el secretario de Estado, Marco Rubio, estaba en Guyana para reunirse con varios líderes caribeños.

La secretaria estadounidense fue recibida en el aeropuerto del norte de Ciudad de México por el canciller Juan Ramón de la Fuente y mantuvo una reunión con Sheinbaum, y los titulares del gabinete de seguridad.

La visita tiene lugar cuando el gobierno mexicano intenta lograr un «trato preferente» en los aranceles impuestos por Trump que según todos los pronósticos podrían llevar al país a la recesión económica.

Para ello, México envió 10.000 soldados a la frontera norte, multiplicó sus acciones para desmantelar laboratorios de drogas sintéticas y trasladó a Estados Unidos a 29 altos capos encarcelados en el país que eran algunos de los narcotraficantes más buscados por la justicia estadounidense.

Eso no evitó, sin embargo, que a principios de esta semana Trump anunciara la imposición de aranceles de un 25% al sector automotriz, un área clave en las relaciones comerciales entre los dos países.

Sheinbaum dijo el viernes que su conversación con Noem se centraría en seguridad y migración y agregó que enfatizaría la necesidad de respetar la soberanía de México.

“Más que informar, (vamos) a compartir con ella lo que se está haciendo y también el trabajo de coordinación y colaboración que se ha establecido con Estados Unidos en el marco de la defensa”, dijo Sheinbaum durante su conferencia matutina previa al encuentro. “Va a ser una reunión cordial y de coordinación”.

Mientras otros líderes han adoptado una estrategia de confrontación con Trump y han impuesto aranceles recíprocos, Sheinbaum ha intentado hacer equilibrios entre la firmeza y la colaboración con el estadounidense para intentar reducir el impacto económico de los gravámenes.

La forma en la que la mexicana está gestionando la relación con Trump ha sido recibida con agrado en México.

Fotografía cedida por la Presidencia de México de la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum (c), durante una reunión con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem (ci) y funcionarios de ambos países, este viernes en el Palacio Nacional en Ciudad de México (México). EFE/Presidencia de México.

Para pausar los aranceles dos veces, México desplegó 10.000 elementos de la Guardia Nacional para combatir el tráfico de migrantes y drogas, en particular el fentanilo; y desde entonces ha destacado el decomiso de casi 24 toneladas de droga, incluyendo cerca de 130 kilos de fentanilo.

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, Trump ha tomado medidas como la designación de varios carteles del narcotráfico como organizaciones terroristas, lo que abre la puerta a sanciones económicas, y ha acusado directamente a México de no hacer lo suficiente para combatir la llegada del fentanilo, un opioide responsable de miles de muertos por sobredosis en EE.UU..

Conscientes de la importancia de la relación económica y comercial, las autoridades mexicanas han redoblado los esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado.

Otro de los grandes temas de preocupación en Washington es el flujo migratorio irregular, con México como última parada antes de pasar a Estados Unidos.

Sheinbaum ha reforzado los controles migratorios, particularmente en el sur del país, y ha mostrado su disposición a acoger a los mexicanos retornados desde Estados Unidos como consecuencia de las políticas restrictivas en esa materia por parte de Trump, así como a facilitar la deportación a terceros países de extranjeros que llegan a México desde el vecino del norte.

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