Los sueños de la inmigrante Aracely Vargas de continuar con sus estudios se habían postergado por años, pero ahora un taller de robótica en la escuela de su hijo la ha impulsado, al igual que a otros padres de familia, a regresar a las aulas y descubrir que «nunca es tarde» cuando se trata de aprender.
Vargas es una de las madres y padres de familia que junto a sus hijos tomaron un taller gratuito de construcción de robots en la escuela Magnolia Science Academy en Santa Ana (California), y que este miércoles participan en la Competencia Anual de Robótica VEX, en la que la mayoría de los participantes son inmigrantes.
«Nunca pensé que podría armar un robot y ponerlo a funcionar», cuenta emocionada a EFE Vargas, de 43 años y originaria de Acapulco (México), mientras revisa los últimos detalles del diseño que construyó junto a su compañera, la mexicana Luisa Sánchez, para participar en la competencia.
«Ha sido un gran reto llegar hasta aquí. Este taller me ha dado una gran confianza y he podido vencer el miedo y, por qué no, pensar en que algún día puedo ir a la universidad», agrega la inmigrante.
La madre de cuatro, que emigró a Estados Unidos hace más de 25 años, dice que este taller también le ha ayudado a convertirse en «un ejemplo» para sus hijos.
La mexicana entró al taller sin decirle a su hijo, Joel Rodríguez, de 12 años, que participaría.
«Un día llegó al taller y me dijo ‘mamá tú qué haces aquí?’ Yo le contesté pues voy a construir robots contigo», recuerda esta ama de casa.
Desde ese día Joel se unió al equipo y le ha ayudado a las dos madres de familia. «Mi hijo me dice que él no es bueno para la construcción pero que yo sí».
Moisés Jiménez, que se desempeña como enlace de las Escuelas Comunitarias de la academia, dijo en un comunicado que uno de los mayores objetivos del taller es construir una comunidad escolar y «una cultura que sirva a toda la familia».
«Los estudiantes a quienes al principio no les agradaba ver a sus padres en la escuela, ahora disfrutan tenerlos en este lugar», señaló Jiménez.
Steven Keskinturk, subdirector de la academia, dijo que ha visto que dar oportunidad a los padres de participar en una actividad como esta les genera compromiso. «Se trabaja en equipo».
Los talleres, impartidos por Yusuf Adanur, instructor de codificación informática de la escuela y del Orange Coast College, también ofrecen a los padres latinos, la oportunidad de aprender sobre las carreras STEM, es decir relativa a Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.
Un estudio del Centro Pew encontró que para 2021 los trabajadores hispanos y afroamericanos en EE.UU. seguían estando subrepresentados en la fuerza laboral de las áreas STEM.
La brecha es especialmente grande para los hispanos, que representan el 17 % del empleo total en todas las ocupaciones, pero solo el 8 % de todos los trabajadores STEM.
A Vargas le gustaría mucho que sus hijos siguieran una carrera STEM, un área que ella consideró estudiar cuando era joven. Precisamente por un curso de computación que tomó en la escuela de su hijo fue que se le dio la oportunidad para hacer parte del taller de robótica.
La inmigrante espera que sus hijos sigan su ejemplo y le pierdan el miedo a aprender matemáticas y otras clases que se consideran difíciles. «Mi hija pequeña me dice que soy muy inteligente y yo le digo que todos con un poco de esfuerzo podemos desarrollar esos talentos».
«Espero que mis niños cumplan sus metas y estudien una carrera que los motive, no por el dinero sino más que nada porque les guste», manifiesta Vargas.
La mexicana descarta que más adelante ella misma pueda comenzar sus estudios universitarios. Por ahora ya está preparándose para seguir con las clases de codificación y espera que el robot de su equipo, «The Starts» como lo han bautizado, logre llegar a la meta.
«No se trata de ganar, se trata de participar», puntualiza. «Esa es la gran lección que nos ha dejado este taller, no importa que no sepamos inglés, que seamos de bajos recursos, la cuestión es no rendirnos», añade.