Washington, EE.,UU.- Senadores demócratas ponderan dejar a un lado las posibles objeciones reglamentarias para la inclusión de medidas migratorias en la ley de presupuesto de cerca de 1,7 billones de dólares, indicaron este miércoles medios locales.
Elizabeth MacDonough, una funcionaria apartidista a quien compete la interpretación de las reglas del Senado, ha objetado ya dos veces la inclusión de reformas migratorias en el proyecto de presupuesto que los demócratas han optado por votar eludiendo así la necesidad de diez votos republicanos.
Los senadores no están obligados a aceptar el dictamen de la parlamentaria, pero los demócratas han procurado por semanas un proyecto de ley que sea aceptable para MacDonough, pero siempre está abierta la opción de ignorar el dictamen, como pidieron este martes representantes progresistas liderados por Alexandria Ocasio-Cortez.
«Yo votaría por ello», dijo hoy el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Richard Durbin, de Illinois. «Espero que no lleguemos a eso».
Es de la misma opinión el senador Bob Menéndez, que junto a Durbin ha luchado durante años por una reforma migratoria integral, y Alex Padilla, demócrata por California.
Menéndez dijo que actualmente los demócratas considerarían «todas las opciones», aunque aclaró que espera que no se llegue a ese punto, según declaraciones recogidas por el diario «Los Angeles Times».
Por contra, su compañero de partido Joe Manchin reiteró que no está a favor de obviar el fallo de la parlamentaria, lo que podría indicar posibles problemas para los demócratas, que necesitan los 50 votos que tienen en la Cámara Alta para aprobar el proyecto de gasto del presidente Joe Biden, denominado Ley Build Back Better.
Los demócratas han intentado ya en dos ocasiones incluir en él medidas que podrían beneficiar a millones de inmigrantes que están en el país con permisos temporarios o sin documentos legales de residencia, pero por dos veces MacDonough se mostró contraria.
La primera de ellas apostaba por dar la residencia permanente a los 11 millones de indocumentados que viven en el país, con vías a una posterior ciudadanía.
La segunda, menos ambiciosa, incluía la actualización de la «Ley de Registro» que permitiría acceder a la residencia permanente a los inmigrantes que pudieran probar que habían llegado a EE.UU. antes de 2010.
La última y todavía en discusión se basa en el proyecto de ley aprobado ya en la Cámara de Representantes y que se quedaría en un permiso temporal o «parole» a cerca de 6,5 millones, según análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Los demócratas, que cuentan con 50 curules en el Senado, en el trámite normal del presupuesto necesitarían 60 votos para una aprobación. Dado que los republicanos, también con 50 curules, rechazan el proyecto de presupuesto, los demócratas eligieron una vía llamada de reconciliación.
Para la aprobación del presupuesto con ese trámite son suficientes los 50 votos de los senadores y el voto de desempate aportado por la vicepresidenta Kamala Harris, mientras que para obviar el dictamen de la parlamentaria solo necesitarían 40.