El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano, Donald Trump, azuzó este viernes miedos hacia la migración en Aurora (Colorado), una ciudad que él mismo puso en el centro de la atención nacional para criticar las políticas del Gobierno demócrata y promover narrativas falsas sobre los inmigrantes venezolanos.
En un multitudinario mítin, Trump elevó el tono de las ideas xenofóbicas que han marcado el ritmo de su campaña, asegurando que los migrantes venezolanos han «infectado» Aurora y prometió «limpiar» el país si llega a ser elegido a la presidencia.
«El 5 de noviembre voy a rescatar a todas las ciudades que han sido invadidas y conquistadas», subrayó el exmandatario, entre vítores de los asistentes.
Trump habló enfrente de una pared falsa, decorada con las palabras «deporten a todos los ilegales ahora» y estuvo parado en medio de las fotos de dos migrantes, señalados por las autoridades locales como miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua.
Aurora, un suburbio de Denver – la capital de Colorado- saltó a la esfera nacional en boca de Trump y a través del ecosistema de medios derecha, al igual que redes sociales como X o TikTok.
La zona se ha convertido en una especie de mito para los republicanos, que han dibujado la imagen de una ciudad «tomada» por pandillas venezolanas.
En particular, mencionan al Tren de Aragua, una organización nacida una prisión cerca a Caracas y que ha sido señalado por crímenes como extorsión y explotación sexual de migrantes en Suramérica.
Las autoridades locales han salido a desmentir esta narrativa, incluyendo al alcalde republicano de Aurora, Mike Coffman, quien aseguró esta semana que «las preocupaciones sobre la actividad de las pandillas venezolanas han sido burdamente exageradas».
La policía del área metropolitana de Denver ha reconocido haber identificado presencia de miembros del Tren de Aragua en la zona y han señalado a 10 personas, varias de ellas ya arrestadas.
Múltiples estudios han demostrado que la población migrante comete menos crímenes que las personas nacidas en EE.UU y en Aurora, en particular, el crimen ha disminuido en un 17 % en los últimos cinco años, según datos recopilados por la cadena local Denver 7.
Durante toda la campaña electoral, el presidente ha extrapolado casos individuales de crímenes cometidos por migrantes en el país para azuzar los miedos entre los a las personas extranjeras y acusar al Gobierno de Joe Biden y la vicepresidente Kamala Harris, su contrincante en noviembre, de promover una política de «fronteras abiertas».
«Ella ha cometido crímenes al permitir que estos migrantes entren en Estados Unidos. Están arruinando nuestro país», indicó Trump.
El Gobierno demócrata, a diferencia de lo que asegura Trump, ha impuesto duras restricciones al asilo a la frontera que han sido criticadas por organismos internacionales como la agenciad de la ONU para los refugiados.
Como consecuencia, el número de cruces irregulares en la frontera con México ha llegado a su punto más bajo en cuatro años y la cantidad de deportaciones bajo este Gobierno -incluyendo expulsiones en caliente en la frontera- van en camino a superar las que se llevaron a cabo durante los cuatro años que Trump estuvo en el poder.