Un total de 28 niños migrantes y sus familias que han pasado más de 400 días en centros de detención familiar en Pensilvania y Texas, corren el peligro de ser deportados tan pronto como este fin de semana debido a que la Administración del presidente Donald Trump se niega a permitirles presentar sus peticiones de asilo, denunciaron el miércoles sus abogados.
“Estas familias han sido víctimas de los múltiples cambios que la Administración del presidente Trump ha hecho al programa de asilo, los cuales les han cerrado las puertas y los ha castigado manteniéndoles dentro de un centro de detenciones por meses”, dijo la abogada de inmigración Bridget Cambria, de Aldea-Centro de Justicia Para la Gente, en conferencia de prensa virtual.
Las edades de los 28 niños oscilan entre l2 y 18 años, y forman parte de 23 familias originarias de Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador, Chile, Nicaragua, Perú y Haití. De estos, 26 menores se encuentran en el Centro de Detención Familiar de Dilley, en el sur de Texas, y dos más en el Centro Residencial del Condado de Berks, en Pensilvania.
Una orden emitida por la Corte de Apelaciones del Circuito Nueve los ha protegido por el momento de la deportación. Sin embargo esta orden termina el próximo 21 de noviembre, por lo que los abogados temen que sean deportados de inmediato.
Los abogados aseguran que estas familias han sido víctimas de varias políticas implementadas por la Administración Trump que han sido derrotadas en las cortes. Es el caso de que su argumento de miedo creíble fue rechazado porque primeramente fueron entrevistados por una oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que los abogados aseguran no está capacitada para llevar a cabo este tipo de procedimientos.
A las familias también se les negó el derecho a pedir asilo debido a la política conocida como del “tercer país”, la cual negaba a los migrantes provenientes de otro país pedir asilo si no lo hicieron previamente en México. A pesar de que esta política también ha sido invalidada por las cortes, el Gobierno se ha negado a permitir que estas familias presenten sus casos.
“Ya no aguanto estar aquí; ayúdenos a salir de aquí. No quiero pasar otra Navidad en un centro de detenciones”, fue el clamor de auxilio de un pequeño de 8 años que tiene 455 días detenido y quien dio su testimonio durante la conferencia virtual.
Los abogados iniciaron esta semana la campaña en las redes sociales con el nombre “#SafetyForththe28” tratando de evitar las deportaciones ya que temen por la vida de los migrantes si son regresados a sus países de origen.