Harris elogia el legado «inigualable» de Biden, sus primeros comentarios públicos desde que él salió de la contienda
La vicepresidenta Kamala Harris después de reunirse en la Casa Blanca con campeones atletas de universidades de la Unión Americana, se dirigirá a Wilmington Delaware, donde Biden tenía su sede la campaña, para reunirse con su nuevo personal de campaña.
En los jardines de la Casa Blanca, se pudo sentir el entusiamo de muchas de las jovenes mujeres asistentes al primer acto de la vicepresidenta despues del anuncio de que Biden le dejara su lugar para buscar la relección.
El domingo por la tarde, la campaña de Biden cambió formalmente su nombre a “Harris para Presidenta”, lo que refleja que ella está heredando una operación política de más de 1.000 colaboradores y un fondo que ascendía a casi 96 millones de dólares a finales de junio. El lunes por la mañana se hizo más grande: la portavoz de la campaña, Lauren Hitt, informó que Harris había recaudado casi 50 millones de dólares en donaciones en las primeras 15 horas después de recibir el respaldo de Biden.
Harris actuó rápidamente para encerrar a los delegados demócratas detrás de su campaña para la Casa Blanca después de que el presidente Joe Biden dimitiera en medio de preocupaciones dentro de su partido de que no podría derrotar al republicano Donald Trump.
Con el objetivo de dejar atrás semanas de drama intrapartidista sobre la candidatura de Biden, destacados funcionarios electos demócratas, líderes de partidos y organizaciones políticas se alinearon rápidamente detrás de Harris en las horas posteriores a que Biden anunciara que abandonaría su campaña de reelección.
La salida de Biden deja a sus delegados libres para votar por quien quieran. Harris, a quien Biden respaldó después de poner fin a su candidatura, es hasta ahora el único candidato declarado.
Menos de 24 horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden la nominara como su sucesora, Harris ya contaba con más de medio millar de apoyos de delegados, de los 1.986 que necesita para conseguir la nominación.
Según un recuento elaborado por el diario The Hill, Harris ha logrado el sí de al menos 531 delegados, quienes han confirmado que votarán por ella en la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará en Chicago del 19 al 22 de agosto.
Tras unas duras semanas con cuestionamientos sobre la idoneidad de su candidatura por su avanzada edad, el presidente Joe Biden decidió ayer domingo abandonar la carrera a la reelección «por el interés» del Partido Demócrata y de Estados Unidos, y ofreció su apoyo a Harris de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
Harris agradeció el apoyo y aceptó el reto de iniciar la campaña para convertirse en la candidata demócrata: «Me siento honrado de contar con el respaldo del Presidente y mi intención es ganar esta nominación», afirmó en una carta.
Desde entonces, numerosas figuras políticas del partido le han mostrado su apoyo. Según un recuento del diario Washington Post, entre los 263 senadores y legisladores demócratas y 23 gobernadores, un total de 179 han apoyado a Harris, frente a 107 que no lo han hecho por el momento.
Cerca de 4.000 delegados se reunirán en la Convención, a la que Biden iba a llegar con más de 3.800 de esos delegados, después de los diferentes procesos de primarias y caucus que se han celebrado en los últimos meses.
Según las reglas del Comité Nacional Demócrata, un candidato debe recibir el apoyo de al menos 300 delegados para aparecer en la papeleta electoral de la convención, y una vez allí lograr 1.986 votos para ser el candidato elegido para enfrentarse a Donald Trump (2017-2021).
Durante la jornada del domingo, los delegados de varios estados se reunieron telemáticamente. Tennessee fue el primer estado en comprometer a todos sus delegados a Harris, y después hicieron lo propio Carolina del Sur, Carolina del Norte, New Hampshire y Florida.
La jornada de ayer fue un día intenso para Harris, quien tuvo varias conversaciones telefónicas con el presidente antes de su anuncio de que no buscaría la reelección y que, en cambio, la respaldaría.
Según una fuente cercana a la vicepresidenta, la política demócrata pasó más de 10 horas haciendo llamadas a más de 100 líderes de partidos, miembros del Congreso, gobernadores, líderes sindicales y líderes de organizaciones de defensa y derechos civiles.
«En cada una de esas llamadas, la vicepresidenta dejó en claro que estaba extremadamente agradecida por el respaldo del presidente, pero que planea trabajar duro para ganarse la nominación demócrata por derecho propio», apuntó dicha fuente.
Harris pasó el día vestida con ropa de deporte, con su sudadera de la Universidad de Howard, y entre tanta llamada organizó el almuerzo y la cena para los asistentes, familiares y personal de su residencia, un menú que consistió en ensalada y sándwiches para el almuerzo y pizza y ensalada para la cena.
La pizza de la vicepresidenta, apuntó dicha fuente, venía con anchoas, su aderezo favorito.