Somos la evolución de la revolución
¿Puede alguien ser creyente cristiano, mujerista, neozapatista, humanista, escritor disléxico y periodista irregular recuperado, y todo en un país que te abraza, pero también te repele? Soy todo esto y no estoy sola.
Anhelo ver a las mujeres liberarse
Me describo como una “Latingrieta” y “Filatina”. Soy una mujer divorciada, madre neurodivergente, de 3 seres atípicos. La mayor nació en Estados Unidos, el segundo en Italia y la menor nació en un pequeño pueblo de México.
Estoy haciendo lo que muchas mujeres inmigrantes y mexicanas se ven obligadas a hacer. Muchas de nosotras estamos manteniendo y criando a nuestros hijos solas; aunque en realidad se necesita un pueblo; yo encontré uno aquí.
En mis veintes, me mudé a Italia, me casé y tuve hijos. Durante un verano llegué a Filadelfia por primera vez desde Italia para un curso de inglés que me prepararía para una maestría de desarrollo comunitario y cooperación internacional. Me enamoré de esta parte del mundo, y decidí quedarme por un tiempo como corresponsal internacional, ya que por ese entonces ocurrieron los ataques terroristas del 2001
Unos años más tarde, escapando de lo que resultó ser un matrimonio violento – la violencia tiene muchas dimensiones – volví a mi país de origen México, donde trabajé como directora de noticias para Televisa Esatdo de México.
Después de revelar la colusión entre narcos y funcionarios de alto nivel en el departamento de policía, un comandante de la policía estatal “me invitó” a abandonar el estado por seguridad mía y de mí familia. El gobernador del estado de México en ese momento, es el ahora expresidente Enrique Peña Nieto, que actualmente está en medio de una investigación internacional por corrupción y colusión con el crimen organizado. En 2011, incapaz de cumplir con mi pasión en las comunicaciones y el magisterio, volví a Filadelfia, PA. No he vuelto a México desde entonces.
Volver a reiniciar
Durante estos años, he conocido a muchas personas maravillosas con diferentes orígenes. Muchos, al igual que yo, creen profundamente en la comunidad latina y que los inmigrantes son vitales para esta ciudad y este país.
Estoy tan realizada, porque ahora tengo la oportunidad de publicar y cubrir historias alegres e inspiradoras. Cubrir sobre las duras realidades de México fue honestamente, agotador.
Hispanic Media me volvió a dar la oportunidad de seguir desarrollando mi experiencia periodística aquí. Después produje y conduje CommuniAction, un programa de radio en una estación de radio local, USALA Radio. Cinco días a la semana informando sobre las noticias de primera mano, dando voz a nuestros oyentes a nivel local, nacional e internacional; entrevistando también a periodistas y comentaristas interdisciplinarios que informan, desafían y edifican. Durante ese periodo tuve la oportunidad de publicar para WHYY, como periodista independiente, y participar como panelista en varias conferencias de universidades del área, entre ellas la UPenn. A finales del 2019 emprendí con Diego Escobar Latino News Network, con otra experiencia de Radio FM., en Allentown.
Si bien una nota debe ser algo, importante, relevante, expresada de una manera simple y de ser posible con una aplicación práctica, mi idea del nuevo periodismo además incluye lo que pueda provocar en la comunidad que recibe la información; aspiro a que se cuestione si lo que está viendo,leyendo o escuchando es válido, a que se informe más, que analice y se analice, y después se movilice.
Me di cuenta de que es necesario profundizar y ofrecer contenido más amplio con una colaboración entre una red comunitaria fuerte, e incluir a personas de los sectores público, privado y sin fines de lucro; que, aunque puedan tener sus diferencias, esten comprometidos con la autocrítica y la verdad, a veces incómoda.
En este periodo histórico
Estamos en medio de dos fuegos, pero no se trata de azul vs rojo, blanco vs negro, o cualquiera de la gama entre los extremos. Se trata del ánimo de esta nación, se trata de la verdad y los valores humanitarios. Estamos enfrentando un gran desafío y el resto del mundo nos está mirando, porque además de líderes, los Estados Unidos es un gran laboratorio.
Creo que en reaidad, se trata entre la prevalencia del nosotros, sobre el yo. Necesitamos abrazar nuestras comunidades multiculturales. Necesitamos fortalecer nuestra persona y satisfacer nuestras necesidades de pertenecer y abrazar nuestra identidad compuesta.
Mis estudios académicos, mi carrera profesional y comunitaria, aunadas a mis complejas experiencias de vida, me han ayudado a vislumbrar, como el liderazgo latinoamericano se esparce en un escenario global.
De ahí la importancia de conectar y construir relaciones con todas las culturas latinas representadas y no representadas. Necesitamos hacer puentes en nuestras propias comunidades latinas y bajar la división entre la América anglosajona y la América Latina, pero también entre el norte de Filadelfia y el sur de Filadelfia.
Con o sin documentos, todos somos latinos construyendo nuestra historia en este gran país, que nos permite migrar con nuestras raíces. Sin embargo, creo que necesitamos reglas claras y justas para todos, y límites saludables, pero sin murallas.
Construir una sociedad intercultural
Por eso me visualizo como una grieta en el muro. Junto a otros que se identifican de la misma manera y están haciendo su parte en la lucha, poco a poco derribaremos el muro de la ignorancia, el prejuicio, la hipocresía, la indiferencia y la parálisis.
Ya es hora de que el área del Valle Delaware construya un periodismo comunitario multimedia, con un fuerte instinto de investigar e informar en todas las plataformas con un toque “mujerista”.
Como miembro de la asociación nacional “periodismo de soluciones”, tengo el compromiso de trabajar -más aun como periodista comunitaria-, para cubrir los múltiples temas de justicia social, en especial de los latinos, y de los inmigrantes hispanos; una comunidad en general proactiva, resiliente y solidaria, pero a la que hay que fomentar el compromiso cívico.
No abandono la lucha por los derechos humanos que empezó en México, y me siguió en Italia.
Como mestiza he estado involucrada especialmente en un movimiento que está luchando por los derechos del feminismo indígena, por la justicia social, la ecológica, y la dignidad para todos. Nuestra lucha es por la vida.
El interés común es interés individual
Por favor, considere ayudarnos a seguir desarrollando un multimedio con información bilingüe, y especialmente bicultural. Necesitamos compartir todo tipo de noticias con ambas partes del espectro representado. Nuestros lectores necesitan formar sus propias opiniones y tomar sus propias acciones.
Envíanos cualquier historia o tema sobre el que quieras que la gente esté informada, y nos aseguraremos de compartirla con el mundo.
Recuerda, ser analítico e independiente es clave para perseguir la objetividad
¡No dejemos de soñar!
El mujerismo es una teoría social profundamente arraigada en la opresión racial y de género de las mujeres negras. Existen diversas interpretaciones sobre lo que significa el concepto de mujerista en español, pues tiene vertientes direrentes, y también esfuerzos para proporcionar una definición amplia y concisa, pero solo han logrado un éxito marginal. La ambigüedad en la teoría permite su continua expansión desde sus principios básicos.
El mujerismo que adopto, no se solo se centra en las experiencias de la mujer racializada, sino que desea la reconciliación de todas las personas en su espiritualidad, sus relaciones con los demás, y su relación con la naturaleza. Considera que no es una guerra entre sexos, donde uno prevalezca sobre otro, las mujeristas están reconciliadas consigo mismas y con el otro, son bien intencionadas y capaces, en contraste con la imagen de una mujer objeto servil e inferior. El mujerismo refuerza la identidad de las mujeres, buscando la equidad, no la igualdad. Las mujeristas abrazan el amor propio y al prójimo. En especial luchan por la justicia y dignidad para las mujeres pertenecientes a las minorías y las que se encuentran en condiciones más vulnerables. Busca desafiar a romper con la definición tradicional de la feminidad y feminismo.