Como todos los años, febrero es el mes que llama a recordar la herencia, la riqueza y el valor de los logros que Estados Unidos ha alcanzado con la contribución de su población negra; ya desde la época de la colonia, cuando los negros, arrancados de su África materna, llegaron al nuevo continente para trabajar como esclavos en las grandes plantaciones del sur algodonero, donde proporcionaban la fuerza de trabajo humano en la que reposaba su riqueza.
Esta contribución, que al principio fue sobre todo material, con los siglos pasó también a configurar una herencia artística, de tradiciones, música, religión y, finalmente, de riqueza social y política para todos; pues la larga batalla por el fin de la esclavitud y la conquista de los derechos civiles no fue un logro solamente para los negros, si no que benefició y elevó también la dignidad de las otras minorías como los hispanos, indígenas, asiáticos y, en últimas, también sanó a buena parte de la población blanca dominante de la horrenda herida del supremacismo que estuvo a la base de la guerra civil y de tantos otros males.
En ese enriquecer la cultura, el pensamiento, la antropología y el avance de las ideas no se debe olvidar el aporte histórico de mujeres y hombres como Harriet Tubman y su “Ferrocarril subterráneo”, a George Washington Carver, Rosa Parks, Martin Luther King y muchos otros, que con sus acciones sanaron y reconstruyeron el tejido social de este país.
Pero la batalla que ellos iniciaron se sigue librando hasta el día de hoy en las calles de Estados Unidos, y siempre está latente el peligro de que estas conquistas puedan emprender una vía regresiva.
Esta fue la incertidumbre que rodeó el comienzo de este mes de la memoria negra, ya que, desde el inicio de su mandato, el presidente Donald Trump expresó su voluntad de suspender las celebraciones particulares de los grupos étnicos y los colectivos minoritarios.
Desde su primera semana en la Casa Blanca el presidente anunció una política de supresión de los grupos y comités que trabajaban en favor de la ley de Inclusión, Igualdad y Diversidad, (DEI, en inglés), asegurando que son programas “ilegales, inmorales y discriminatorios”; y ha suprimido estos comités principalmente en el Ejército, las Fuerzas Militares, los Departamentos de Defensa y de Fronteras, y sugirió, sin mostrar pruebas, que estas políticas de inclusión podrían ser las causantes del accidente de las dos aeronaves que colisionaron sobre Washington, según él, por sentido común.
Pero el viernes 31 de enero el presidente finalmente firmó la proclama en la cual declaraba la validez de esta fiesta de memoria histórica, el Mes de la Herencia Negra, demostrando que no podía ignorar el impulso que recibió de votantes negros que decidieron apoyarlo aun ignorando su retórica discriminatoria, cuando decía que los inmigrantes le quitaban los trabajos a los negros, asumiendo la perpetuidad de los trabajos más humildes a este valioso grupo, que ha demostrado que accediendo a las oportunidades, brillan en las elites deportivas, artísticas, y en todos los rubros, destacando desde en la ciencia hasta en la política; y aquí cabe recordar parte del discurso de Michelle Obama en la pasada Convención Demócrata.
“No podría ser más obvio. De los dos principales candidatos en esta contienda, sólo Kamala Harris comprende verdaderamente el trabajo invisible y el compromiso inquebrantable que siempre han hecho grande a Estados Unidos. Ahora, lamentablemente, sabemos lo que viene después. Sabemos que la gente va a hacer todo lo posible para distorsionar su verdad. Lamentablemente, mi esposo y yo sabemos algo sobre esto.
Durante años, Donald Trump hizo todo lo que estuvo a su alcance para intentar que la gente nos tuviera miedo.
Verá, su visión limitada y estrecha del mundo lo hizo sentirse amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, con un alto nivel educativo y exitosas que casualmente son negras. Quiero saber, ¿quién le va a decir que el trabajo que está buscando actualmente podría ser uno de esos trabajos para negros?
Es la misma estafa de siempre. Repetir mentiras feas, misóginas y racistas en lugar de ideas y soluciones reales que realmente mejorarán la vida de las personas”.
En Impacto abrazamos la celebración de la Herencia Negra, y en especial honramos a los afrolatinos, que en nuestra región se han destacado especialmente en la política.
