El demando anuncio del pasado domingo del presidente Joe Biden, de que se retiraba de la carrera presidencial, endosando a su vicepresidenta Kamala Harris para ser la candidata del Partido Demócrata no solo ha causado titulares en todo el país, y al rededor del mundo, sino que ha producido una bocanada de aire fresco al interior del partido, e inclusive entre la población que había permanecido apática.
La entusiasta reacción de los demócratas cerrando filas alrededor de Harris ha causado una ola de sorpresa y optimismo en el escenario político, puesto que, hasta antes de la sufrida decisión de Biden, Harris no parecía mostrar una fuerza particular entre los votantes; sin embargo, las encuestas han repuntado rápidamente a su favor, comenzando restaurar confianza de poderle ganar al candidato opositor, sobre todo después de que sufriera un atentado y sus porcentajes de intención de voto subieran.
Kamala no está exenta de cuestionamientos; pero es sobresaliente los logros que ha acumulado durante su vida pública; primero como fiscal de San Francisco, luego como fiscal general de California, y después, senadora y vicepresidenta. Además, el hecho de que haya roto distintos “techos de cristal” como mujer y negra de origen asiático y caribeño al conquistar esas posiciones, se comprende que su historial despierte en muchos la ilusión de que es la figura idónea para batir al candidato republicano y conquistar el máximo puesto en la Casa Blanca.
Entre sus credenciales, Kamala ha mostrado a menudo sus raíces religiosas, declarando haber crecido entre los servicios de una iglesia bautista negra en su natal Oakland, y al mismo tiempo a un templo hindú, que frecuentaba su madre. Y al estar casada con un hombre judío ha podido conocer de cerca los principios de esa religión, completando su perfil multireligioso y al mismo tiempo intercultural, lo que podría ser otra gran fortaleza entre los votantes cada vez más multiculturales.
La cada vez más probable proclamación de Harris como la candidata oficial Demócrata a energizado a muchos nichos de votantes que esperaban un cambio, como los jóvenes, negros, latinos y grupos religiosos que no se sentían reflejados en la retórica trumpista.
Han resaltado sus habilidades como comunicadora y promete poner su experiencia como procuradora de justicia ante un oponente con varias sentencias penales. De las decisiones suyas, del partido y de sus estrategias de campaña, dependerá que este “momentum” crezca y sea de verdadero impacto en noviembre.
En Impacto conversamos con algunos colaboradores que nos externaron algunas de sus impresiones ante los recientes acontecimientos en la política que han cambiado desde ya el escenario político y social de Estados Unidos.
Aquí la charla sin ediciones de nuestros comentaristas de Impacto.https://youtu.be/40kSwUFfIFE