Hay muchos que estamos disgustados y desilusionados con la política. La apatía, la ira que muchos sentimos se refleja a diario en la televisión, la radio, los periódicos y la red del internet. Ahí podemos ver el resentimiento y la ira, especialmente el disgusto con las campañas políticas negativas y el dinero que las alimenta. Las sospechas de intereses especiales nos llevan a un estancamiento político.
La relación entre nosotros, los ciudadanos, y nuestros funcionarios electos es el núcleo de nuestro gobierno. «La Cámara de Representantes estará compuesta por Miembros elegidos cada segundo año por el Pueblo de los varios Estados…», Primer Artículo de la Constitución. Los senadores y los congresistas tienen el deber de representarnos y de escucharnos, igualmente todo político electo.
No siempre nuestros funcionarios electos representan nuestros puntos de vista personales, no todos tenemos el mismo punto de vista. Hemos elegido a estos funcionarios con la esperanza que hagan lo mejor para todos nosotros. Puede que nuestro punto de vista esté en conflicto con el de nuestros representantes. Cualquiera que sea la razón por esa diferencia en nuestro punto de vista no hacemos nada si estos representantes elegidos no saben lo que cada uno de nosotros solicitamos que se haga. Tenemos que comunicarnos y hacerles saber lo que como ciudadanos buscamos y por qué deben escuchar y mirar detenidamente el asunto que exponemos.
Es extremadamente importante saber y comprender cómo funciona el sistema. En la escuela nos enseñaron: Cuando veas a alguien o algo y no sepas quién es o qué es, cuando escuchas una palabra o frase y no sabes lo que significa, no te confundas o te aburras, consigue un diccionario y aprende. No esperes un momento mágico para entender cómo están las cosas y cómo se hacen. Nadie lo sabe todo, la vida es un estado de aprendizaje, vivir cada segundo es aprender.
¿Sabe usted quién le representa en la ciudad, en el estado y en Washington? ¿Sabe cómo ponerse en contacto con sus senadores, congresistas y representantes, ya sean locales, estatales y nacionales para hacerles saber cómo se siente? Si cree que los políticos tienen todo el poder, pregúntese de dónde viene ese poder. La respuesta es: viene de usted, de mí, de nosotros. Tenemos la última palabra; tenemos el voto.
Quejarnos con el vecino, con nuestros familiares, etcétera, no resuelve nada. Ejerciendo el voto y dejándole saber a nuestros funcionarios electos nuestras necesidades es el primer paso a resolver nuestros problemas, los problemas que enfrentamos individualmente y como comunidad. Siempre estamos escuchando: “En la unión está la fuerza”. Y como dijo Ramón Emeterio Betances, “Los grandes no son grandes sino porque estamos de rodilla. Levantémonos.” Así que vamos a ejercer nuestros derechos, vamos a unir nuestras voces y a trabajar unidos por un mejor futuro. Haciéndonos contar en el Censo y ejerciendo nuestro Voto tomamos el primer paso de unión y despertar.