A medida que se acerca la fecha de inauguración del nuevo Gobierno, crece la preocupación sobre el futuro de las comunidades migrantes, en especial las indocumentadas. Esto se debe principalmente a las reiteradas acusaciones que el presidente electo lanzó durante su campaña contra los inmigrantes, un elemento clave para su victoria en los comicios de noviembre.
La conocida historia de que los haitianos estaban devorando mascotas en Ohio se convirtió en uno de los relatos emblemáticos de cómo una idea infundada puede transformarse en un arma o un caballo de batalla para impulsar una agenda antiinmigrante o antiminorías. Este relato revela una preocupante semilla de limpieza étnica que algunos de sus aliados parecen fomentar, motivados por la llamada «teoría del gran reemplazo«. Según esta, muchos blancos se sienten amenazados ante la posibilidad de perder su estatus como mayoría privilegiada en el país.
Los creadores del Proyecto 2025 han aprendido de los obstáculos que les impidieron implementar sus planes extremos durante la primera presidencia de Trump. Cuatro años después están mejor preparados, determinados a cumplir sus promesas y cuentan con más poder que antes.
El temor aumenta tras la divulgación de la lista de posibles funcionarios del gabinete de Trump, muchos de los cuales tienen un historial que despierta preocupación por los derechos humanos de los más vulnerables, incluidos los indocumentados.
En este ambiente de persecución y ante las promesas de deportaciones masivas, se ha desatado una ola de miedo entre las comunidades inmigrantes hispanas. Hay una creciente evidencia de que podrían resurgir con más fuerza los operativos antiinmigrantes, las detenciones arbitrarias, las separaciones familiares, los abusos en las fronteras y la persecución a empleadores de posibles indocumentados, entre otros atropellos.
Frente a este panorama, aunque es fundamental mantener la calma, también es crucial prepararse desde ahora. Es necesario refinar los mecanismos de contención ante cualquier ataque contra los derechos alcanzados, activar los instrumentos legales para proteger los logros actuales y salvaguardar la integridad familiar.
Asimismo, es vital defender los procesos de asilo, los Estatus de Protección Temporal (TPS) y la estabilidad de miles de personas en proceso de legalización, quienes contribuyen significativamente al país, en especial en el ámbito económico.
En Impacto, nos comprometemos a seguir informando para garantizar que nuestras comunidades cuenten con herramientas para enfrentar este desafío. En tiempos de incertidumbre y amenaza, el acceso a información veraz y oportuna es fundamental para organizarse, resistir y defenderse con resiliencia. Continuaremos vigilantes amplificando las voces de los más vulnerables y de las redes de apoyo que sostienen a nuestra comunidad.
