República Dominicana llama a sus ciudadanos al ejercicio de la democracia saliendo a votar este domingo 19. En la boleta electoral están los candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia, al Senado y a la Cámara de Diputados. Con los límites y defectos que pueda tener, la democracia dominicana ha dado señales de estabilidad, madurez y resiliencia desde que salió de su última dictadura, en 1961, cuando culminó el largo invierno de tiranía, bajo la mano férrea del dictador Trujillo.
Este domingo los dominicanos deberán elegir al próximo presidente de la República entre tres candidatos: el actual mandatario Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM); el tres veces expresidente Leonel Fernández, del partido Fuerza del Pueblo, y Abel Martínez, por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), actual alcalde de la segunda ciudad más grande de Quisqueya, Santiago de los Caballeros.
Las encuestas parecen favorecer al incumbente, Abinader, quien mantiene uno de los niveles más altos de favorabilidad (que ha llegado al 70 %) entre los mandatarios de la región. Se presume que esto se deba, principalmente, al buen desempeño de la economía del país desde su llegada al cargo; al buen manejo que le dio a la crisis del COVID-19 y a la recuperación pospandemia, y a que su gobierno, según él mismo afirma, se ha visto libre de escándalos de corrupción. El presidente-candidato ha hecho de la lucha anticorrupción una de sus banderas de campaña y de gobierno.
Sin embargo, hay preocupaciones que sus contrincantes han usado para atraer votos. De acuerdo con las más recientes encuestas de la firma Gallup, los temas que más preocupan a los dominicanos son el control del crimen y la inseguridad (63.6 %), la inflación y el alto costo de la vida (61.9 %) y el desempleo y la falta de trabajo (19.6 %).
Por otro lado, muchos de los dominicanos que han emigrado siguen atentos el quehacer político de su país. Entre el electorado dominicano en el exterior se encuentren 870.000 empadronados de la diáspora, que, según datos de la Junta Central Electoral (JCE), se hallan distribuidos en 34 países.
De estos, el mayor número corresponde a la diáspora radicada en Estados Unidos, que presenta 617.000 empadronados, lo que significa el 11 % de los votantes del país. De este grupo, a su vez, 48.540 se reportan en el estado de Pensilvania. Según datos del Pew Center, los dominicanos residentes en Estados Unidos pasaron de ser 800.000 en el año 2000 a 2.4 millones en 2021, para convertirse en el cuarto grupo más grande de hispanos del país, cifra que iguala a los cubanos.
Ese estudio también muestra que los dominicanos representaron cerca del 7 % de los inmigrantes totales a Filadelfia durante este período, y constata cómo ellos, junto a otros grupos de inmigrantes, han impactado en el renacimiento demográfico de la ciudad y han sido cruciales en el crecimiento de la fuerza laboral responsable del actual resurgir económico.
Los dominicanos en esta área geográfica también se han destacado por su gran nivel de involucramiento cívico y su participación en las causas por el mejoramiento de la vida de los barrios hispanos, en especial, y de las zonas inmigrantes en general. Sin embargo, también hay muchos dominicanos en la ciudad que viven por debajo de la línea de pobreza y que necesitan con urgencia el apoyo de las instituciones del gobierno que tutelan el bienestar de la población, y de las organizaciones que trabajan para la mejoría y el rápido acoplamiento de los inmigrantes a la población activa de la ciudad.
Mientras el pueblo dominicano se prepara para la mayor muestra de civismo y madurez de una democracia, que es el cumplimiento de la responsabilidad y el deber de salir a depositar el voto, en estas páginas de Impacto cubrimos algunos de los aspectos y de las opiniones del sentir dominicano ante esta fiesta democrática.
También seguiremos poniendo bajo luz el trabajo dedicado, laborioso, y a veces silencioso, de los miles de quisqueyanos que son parte de la fuerza productiva de Filadelfia y que enriquecen la comunidad hispana local con sus grandes aportes al comercio, la economía, la ciencia, la medicina, la música, las artes, el deporte y la cultura.