El 25% de las familias que ganan por debajo de 30 mil dólares al año en Estados Unidos, no tiene acceso a internet. En septiembre de 2017, un Comité Mixto Económico del Congreso ya había descubierto cuán profunda era la problemática entonces. Y más ahora.
El informe explicó que las minorías sufren en mayor proporción la falta de acceso a internet. Se encontró que el 30% de las familias negras, el 26% de las hispanas y el 35% de las indígenas no tenían en sus hogares conexión con la red. El cálculo no incluyó los teléfonos inteligentes que suelen contar con un plan de manejo de datos, pero que no alcanzan para servir a cada niño que está aprendiendo a distancia y a sus computadoras individuales.
En las zonas rurales, la imposibilidad de conectarse a una banda WI-FI se debe, en muchos casos, a la ausencia de antenas. Por eso, el Departamento de Agricultura ofreció recientemente $86 millones de dólares en préstamos para expandir el internet en los campos de Estados Unidos. Esa propuesta data de junio, y está aún detenida en el Congreso.
En ciudades tan metropolitanas como Nueva York, el 38% de las familias de escasos recursos no tienen con qué pagar este servicio. En un artículo, Mark Lieberman recuenta la historia de niños sentados en estacionamientos públicos buscando una banda gratuita a la cual engancharse, para así entrar al salón de clases virtual, que es el único al que están asistiendo millones de estudiantes en estos momentos.
En el país más rico del mundo, este tipo de brecha no es únicamente un asunto de disparidades. Es más, «es un asunto alarmante e inaceptable», expresó Lieberman. Al mismo tiempo, existen soluciones. Entre ellas, se propone la creación de una red de internet que llegue a todos los hogares. Esto podría darse a través de estímulos federales, de iniciativas municipales y de proyectos público/privados.
Por ejemplo, en Chattanooga (Tennessee), se ofrece una alternativa pública al servicio privado. «La fibra óptica de la ciudad se esparce por 600 millas cuadradas y llega a cada casa y cada negocio de Chattanooga», dijo con orgullo Andy Berke, el síndico de la ciudad. Dicha competencia ha ayudado a mantener los precios controlados y eso ha permitido que más personas se conecten con el servicio. Otro ejemplo, es el programa ofrecido por el “Bureau of Indian Affairs”, cuyo propósito es subvencionar un estudio de factibilidad para desarrollar y/o expandir un sistema de redes dentro del territorio tribal.
Mientras todas estas piezas caen en su lugar, creemos que las organizaciones comunitarias juegan un papel importantísimo para aliviar la crisis. Así lo hizo Nevada School Choice Coalition (NSCC), una entidad sin fines de lucro y no partidista, responsable de entregar cientos de computadoras a familias necesitadas de Nevada.
Medidas como las de Chattanooga, NSCC o el Bureau of Indian Affairs necesitan ser amplificadas, a fin de acabar con la brecha digital, que es como se ha nombrado el fenómeno de falta de acceso a internet. Un fenómeno que afectó a 15 millones de estudiantes de las escuelas públicas esta primavera, los cuales carecieron de conexiones adecuadas. ¡Y de ahí, la urgencia!