Filadelfia, PA- La situación en que vivimos, nos está haciendo sacar lo mejor de nosotros, los adultos estamos buscando la ayuda para cubrir nuestras necesidades. Varias iniciativas y grupos de la comunidad están ofreciendo despensas y se organizan para hacerlas llegar a quien lo necesita. Siempre con mi mirada en los niños, no he encontrado aún alguna iniciativa para ellos. Aunque quisiera hacer mucho, la realidad es otra y no hace falta ir tan lejos, sólo necesitamos ver a nuestro alrededor.
La falta de trabajo de muchos padres, han incrementado el número de los niños en riesgo por falta de alimento, vestido y educación, entre muchas otras consecuencias de este COVID-19 ¿Cómo sociedad que estamos haciendo al respecto? Si vamos a esperar que nuestras autoridades actúen no llegaremos a ninguna parte. Pero hay una opción viable. Si es uno de esos padres cuyos niños tiene qué comer, qué vestir, donde dormir, y por ventura no han perdido a un familiar cercano, entonces ¡de gracias! Y lo invito a hacerlo de una manera concreta. Nuestros hogares, son ¨un laboratorio de aprendizaje¨, utilice esta oportunidad para enseñarles a sus hijos lo que es la solidaridad y la búsqueda del bien común.
La habilidad de saber lo que el otro piensa y siente, la que desarrollamos a partir de los 4 años más o menos, uno ya sabe que darle un regalo a alguien lo hará sentirse feliz. Los sentimientos de empatía, comprensión y solidaridad se desarrollan a esta edad.
Camine por su cuadra, su barrio, siempre hay alguien que necesita más que usted. Nos encantaría regalar abrazos y expresiones de cariño, pero eso también está ahora limitado. Lo invito a dar algo de lo que tienen en casa a los que pasan por mayor necesidad, ojalá pudiese ser comida; ropa en buen estado, juguetes, libros o materiales para crear arte, alguna planta o flores de su jardín, inclusive si tiene otras habilidades como algo hecho por usted o sus hijos, también pueden ser palabras de aliento y consuelo en una tarjeta para su vecino que perdió a un ser querido. Comencemos a marcar la diferencia con un niño a la vez, una familia, un vecino o un amigo. No tiene que ser mucho, con uno a la vez es un buen comienzo. Esta es una fórmula mágica, usted y sus hijos se sentirán felices de dar y el otro de recibir. Ponga manos a la obra y empiece su campaña para regalar ¨abrazos para el alma¨. Como la intensión de hacer de esta una verdadera campaña, le pido comparta los resultados de sus abrazos con nosotros.
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