El Esperanza Cyber Charter School (ECCS) es una institución K-12, en el norte de Filadelfia, que trabaja para preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos de vivir de manera creativa y productiva, en un mundo cada vez más sofisticado e interconectado tecnológicamente. Ante las restricciones de la participación física durante el nuevo año escolar, el ECCS ha encontrado nuevas y creativas formas de conectar a los estudiantes con oportunidades, personas y experiencias externas.
El mes pasado, durante el mes de la Herencia Hispana, el ex juez de Filadelfia y actual abogado Nelson Díaz, ofreció su tiempo para reunirse virtualmente con los estudiantes del ECCS. Los alumnos se sintieron agradecidos por tener la oportunidad de reunirse con un líder de nuestra comunidad, y extendieron la invitación a otros líderes latinos a participar con ellos. Después de la visita, los estudiantes escribieron un artículo sobre su experiencia con el juez Díaz.
El estudiante J. Eckles, escribió:
¿Sabías que el juez Nelson Díaz no solo fue el juez más joven, sino también el primer juez latino de Filadelfia? Además, fue el primer puertorriqueño en graduarse de la Temple Law School. El martes 13 de octubre de 2020 vino a visitarnos a mí y a mi clase, y pudimos descubrir algunos datos muy sorprendentes sobre él.
El juez Díaz comenzó hablando sobre sus antecedentes y luego habló sobre su carrera. Compartió que solo a la edad de 10 años había dormido en su primera cama, y que se unió a un equipo de béisbol de chicos negros. También, que se involucró con pandillas y que era un estudiante muy pobre. ¿Cómo se convirtió entonces en juez? Mientras el jurista explicaba cómo había salido de las pandillas, yo me preguntaba, ¿su pasado interfiere en la forma en que condena a la gente?, ¿es justo?, ¿por qué eligió este camino?
Cuando finalmente tuve la oportunidad de hablar, le pregunté: “¿Alguna vez tuviste un caso que te hizo pensar en tu pasado?” El juez Díaz respondió que vio a muchos jóvenes arrestados por problemas relacionados con pandillas, drogas y otras actividades ilegales. Cuando tuvo que dar un veredicto para estos casos, tuvo dificultades para hacerlo. A menudo recordaba el momento en que lo arrestaron cuando era niño y alguien lo defendió. Si no fuera por esa oportunidad, su vida podría haber sido completamente diferente.
Después de escuchar la respuesta del juez Díaz, comencé a pensar en mí mismo; porque también yo me había metido en problemas, e incluso después de tener muchas oportunidades de varias personas, seguí teniendo un mal comportamiento y eso afectó mi rendimiento académico. No quiero ser juez cuando sea mayor, pero este encuentro me hizo pensar en todas mis malas decisiones y sus consecuencias, y me hizo querer empezar a cambiar antes de que sea demasiado tarde. Después de la charla del juez Díaz a mi clase, sé que en futuras circunstancias decidiré de mejor manera. Creo que puedo lograr cualquier cosa que me proponga, y lo veo como un modelo a seguir.