EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Guillermo Azábal para EFE

  • A falta de menos de un mes para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la campaña de la candidata demócrata Kamala Harris exprime sus opciones de cautivar al votante latino en Pensilvania, un ‘estado bisagra’ donde hacerse con el apoyo de la comunidad hispana puede resultar crucial.

En estas últimas semanas, se suceden decenas de anuncios, acciones y encuentros entre representantes del equipo de Harris y habitantes de Pensilvania en ciudades clave como Allentown, la tercera más poblada de dicho estado y donde el 55 % de sus vecinos son de origen latino.

Iniciativas como la de la congresista demócrata Susan Wild y Pete Aguilar, este último presidente del Caucus Demócrata en la Cámara de Representantes de EE.UU., que se reunieron hoy junto a políticos y empresarios locales en una mesa redonda en Allentown.

«Hay que atajar el problema de los precios de la vivienda a nivel federal y también enfocarnos más en la prestación de servicios para las familias trabajadoras de esta zona, que tienen muchos problemas incluso para desplazarse hasta sus lugares de trabajo», explicó Wild desde un estrado improvisado en el restaurante mexicano La Cocina del Abuelo de Allentown.

Facilitar servicios en español

Por su parte, Aguilar, nacido en California, encontró similitudes entre esta localidad ubicada en el condado de Lehigh y su lugar de origen, y recalcó que es importante que se facilite el acceso a la información de servicios en español a la comunidad latina para que conozcan «todos los derechos de las que disponen».

«No todo el mundo entiende inglés al llegar, ni sabe cómo regularizar su situación ante trabas burocráticas. Les falta información acerca de cómo obtener permisos de residencia, visas o solicitar la ciudadanía», agregó la puertorriqueña Cynthia Mota, presidenta del Concejo de Allentown.

En lo que es prácticamente un calco de algunas de las prioridades del resto del país, empresarios y políticos de la localidad coincidieron en que las preocupaciones en la zona también pasan por saber qué ocurrirá con los impuestos cuando asuma el próximo presidente o presidenta de EE.UU. y si sufrirán cambios los planes de seguros sanitarios como Medicaid.

Mientras, la población hispana de Pensilvania no deja de crecer, y ya son más de 1,2 millones de habitantes en este ‘estado pendular’, atraída por oportunidades laborales principalmente en el sector manufacturero y en la industria farmacéutica, así como por precios más asequibles.

Aproximadamente 600.000 latinos en Pensilvania están llamados a las urnas el próximo 5 de noviembre. En las últimas elecciones, los votos electorales del estado se decantaron por una diferencia 82.000 papeletas, por lo que se adivina una dura batalla por cada sufragio.

Desde principios de año hasta hoy, el Partido Demócrata y el Partido Republicano, conscientes de que los 19 votos electorales de Pensilvania son decisivos, han invertido 180 y 170 millones de dólares en propaganda, respectivamente, según una estadística de The New York Times difundida este miércoles.

A una hora en coche de Allentown, Reading, la ciudad con mayor proporción de latinos por habitante de Pensilvania (70 %), acoge esta noche un mitin del expresidente Donald Trump (2017-2021), él también en busca del votante hispano, al que tratará de convencer de que su regreso a la Casa Blanca es la mejor opción en los comicios de noviembre.

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