Buenos Aires, Argentina – Cinco meses faltan para que los ciudadanos de la República de Nicaragua tengan una nueva oportunidad de votar democráticamente para elegir a un nuevo presidente. A pesar de que Daniel Ortega, ocupa ese privilegiado lugar desde el año 2007, buscará su reelección.
Las cosas no están fáciles para los opositores al régimen de Ortega, ya que el Ministerio Público de aquel país, está haciendo todo lo posible para despejar el camino a un nuevo mandato de quien toda la oposición ha calificado de “dictador”.
Hace unos días precisamente, Arturo Cruz, candidato presidencial por la Alianza Ciudadana, fue retenido en el Aeropuerto Internacional de Managua cuando regresaba de una gira por los Estados Unidos. Los cargos que le endilgaron fueron por los fuertes indicios de que ha atentado contra la sociedad nicaragüense y los derechos del pueblo.
De una manera poco académica, Cruz fue demorado, retenido y luego detenido por esas supuestas causas apenas había bajado del avión, lo que provocó el malestar de toda la corriente opositora que tomó el caso como una nueva provocación para todo aquel que intente destronar al rey.
Este caso se suma al de la periodista y aspirante presidencial Cristiana Chamorro quien también quedó bajo arresto domiciliario, después de que la policía entrara a su domicilio particular con una orden de detención por cargos de lavado de dinero. Sin duda, esta cuestión está pasando por eliminar a futuros rivales de Ortega, y así allanar el camino para las elecciones del 5 de noviembre. De hecho, la Fiscalía local pidió a las autoridades competentes la inhabilitación de la periodista para postularse a un cargo público.
Vale destacar que Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, es quien contaba con mayor aceptación dentro del electorado opositor, por lo que su proscripción sería una de las mejores noticias para el gobierno.
Otros precandidatos opositores que también fueron detenidos son Félix Madariaga y Juan Sebastián Chamorro, quienes denunciaron haber sido informados por la Fiscalía de tener “casa por cárcel hasta nuevo aviso”, pese a que no tenían acusaciones en su contra.
Vilma Nuñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, ha declarado públicamente la violación de estos a los precandidatos opositores, lo que le ha valido ser víctima de una campaña de hostigamiento en las redes sociales a través de personas fanatizadas políticamente, e identificadas como relacionadas con el presidente Daniel Ortega.
Desde su exilio en Costa Rica, Zoilamérica Ortega Murillo, hijastra y enemiga del dictador fue muy clara “El fraude ya empezó, pero no pueden detener al pueblo”.
En cinco meses lo sabremos.