Tegucigalpa, Honduras– La violencia estructural, la falta de oportunidades económicas y la proliferación del crimen organizado son algunos de los factores que motivan la migración desde los países del llamado Triángulo Norte hacia Estados Unidos, aseguraron expertos consultados por la Voz de América.
La cantidad de personas que han salido de la región hacia EE.UU. ha aumentado en los últimos años. En 2019, aproximadamente 508.000 salvadoreños, guatemaltecos y hondureños viajaron para buscar un mejor futuro en el país, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso.
Manuel Orozco, director del Centro para la Migración y la Estabilización Económica de la organización Creative Associates Internacional, identifica al menos 12 factores que influyen en la decisión de las personas de dejar sus hogares por otro país.
El factor más importante, señaló, es el “económico”, que tiene que ver con el nivel de ingresos y el sector en el que se ubican las personas. “Son poblaciones, predominantemente, que residen en sectores informales en el sector urbano y que tienen ingresos menores a los 400 dólares mensuales a nivel de hogar”, explicó Orozco a la VOA.
Esa cantidad de dinero, no es suficiente para sobrevivir y ajustarse a las condiciones de vida de los países en los que están, agregó.
Otro de los factores, en su opinión, más relevantes es “tener vínculos transnacionales con un familiar y recibir remesas”. Las remesas que los más de 3,5 millones de centroamericanos que viven EE.UU. envían son una parte importante de la economía de los países del Triángulo Norte: estos recursos equivalen a un 21,4% del PIB de El Salvador, un 20% del PIB de Honduras y un 12% del PIB de Guatemala. En 2018, la región recibió más de 22.000 millones de dólares por remesas.
El aumento del efecto de las remesas es un aumento en la capacidad de ingreso»
Manuel Orozco, miembro de la organización Creative Associates
“El aumento del efecto de las remesas es un aumento en la capacidad de ingreso (…), una vez que se tiene ese capital en mano y no hay opciones de invertirlo en la economía local —porque es bastante improductiva- la gente decide emigrar”, argumentó Orozco.
En un estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) entre los integrantes de una caravana, proveniente de El Salvador, un 52% de los encuestados citaron las oportunidades económicas como su principal motivo para salir de la región; el 18%, la violencia y la inseguridad, otro 2% mencionó el reunirse con su familias y un 28%, una combinación de todos los factores.
Violencia e inseguridad, factor detonante
Honduras, El Salvador y Guatemala tienen tasas de homicidios que constantemente han sido clasificadas como las más altas a nivel mundial. La semana pasada la organización InSight Crime informó que la tasa de homicidios de El Salvador era de 19,7 por cada 100.000 personas; el informe estimó la tasa de Honduras en 37,6, mientras que en Guatemala fue de 15,3.
“El factor detonante que coincide con todo esto y que hace que mucha gente salga, es también el de la inseguridad”, explicó Orozco. Por ejemplo, agregó el experto, más del 50% de las personas en Centroamérica ha sufrido algún tipo de robo en su casa por lo menos una vez.
«Falta de políticas sociales» en Honduras
Sin condiciones que garanticen seguridad, trabajo y desarrollo la migración irregular se ha convertido en los últimos años en un factor a gran escala sobre todo por la situación de Honduras, desde donde se empezó a reportar la salida de varias caravanas conformadas por personas de varios países de Centroamérica.
Sobre este panorama, Carlos Sierra, quien es experto en temas migratorios de Honduras, lamenta que estás condiciones surjan cuando un país no cumple con lo básico para evitar las migraciones; es decir la falta de políticas efectivas para beneficio de la sociedad, del bien común.
“La mejor política migratoria que debería tener Honduras es una verdadera política social que cubra y fortalezca esas zonas donde no hay ayuda y, sobre todo, la inseguridad que es algo que hace que las personas ante los acechos de las pandillas o amenazas migren ya que no tienen ayuda de ningún tipo”, expuso el experto.
El presidente de Honduras, Juan Orlando, dijo a la VOA que las caravanas tienen raíces políticas que surgen de activistas que se aprovechan de personas que buscan superar las difíciles condiciones de sus países de origen.
“Atacar ese flagelo porque al final, a la gente, se le pone en riesgo (…) los coyotes y estos activistas políticos no están previendo el enorme riesgo al que están sometiendo a la gente y si lo están previendo no les importa”, aseguró en entrevista a la VOA.
Sierra, no obstante, critica que los programas de apoyo a migrantes en Honduras no cuentan con un seguimiento y, si existe, es un caso muy raro y las razones son que el apoyo a las personas de escasos recursos no es permanente.
“Si ponemos en una balanza las acciones de apoyo al migrante seguramente veremos que no es igual, la razón es la falta de programas con resultados medibles”, explicó Sierra a VOA Noticias.
Por su parte, las autoridades del gobierno hondureño reafirman que los programas de microemprendimiento y alianzas con el gobierno de México garantizan oportunidades laborales para migrantes según la rama establecida.
La pandemia profundiza las necesidades en El Salvador
Entre los salvadoreños persiste el interés futuro de unirse a las caravanas de migrantes hondureños para intentar llegar a Estados Unidos con el propósito de buscar mejores condiciones de vida, según contó a la VOA César Ríos, director ejecutivo del Instituto de Atención al Migrante (INSAMI).
“Lo que marca la decisión de formar parte de una caravana de personas migrantes son las necesidades y las necesidades no se van a terminar de un momento a otro, con la pandemia han aumentado las necesidades”, afirma el experto.
Pese a la reciente disolución de una caravana de migrantes hondureños por fuerzas de seguridad en la frontera con Guatemala, el sentimiento persiste. Sin embargo, Ríos no descarta, que a raíz de lo ocurrido, en el futuro se ejerza mayor discreción por parte de quienes se involucren en este tipo de intentos migratorios.