Buenos Aires, (EFE).- Argentina vive en un aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus desde el pasado 20 de marzo, y en los últimos días se intensificó el debate sobre el uso de la cuarentena a raíz de dos cartas publicadas por científicos y otras personalidades con visiones contrapuestas sobre esta medida.
Comenzó a circular un documento suscrito por unas 300 personas, entre los que se encuentran científicos, «intelectuales» y otros famosos como el actor Luis Brandoni, en la que bajo el título «infección: la democracia está en peligro», afirma que el «equilibrio entre los poderes ha sido desmantelado».
La carta recuerda que «el Congreso funciona discontinuado y la Justicia ha decidido una insólita extensión de la feria», ante lo que hace un llamamiento a «redoblar una actitud crítica y vigilante hacia al poder gubernamental, aumentando la deliberación y la conversación social sobre las consecuencias del aislamiento obligatorio y exigiendo la presentación de un plan de salida para esta situación anormal». Hasta la fecha, la carta consiguió más de 18.000 firmas en la plataforma Change.org.
La versión del gobierno
Horas después de que se diera a conocer el documento, integrantes del Gobierno salieron al paso, como hizo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien aseguró que esta postura falta al respeto «al esfuerzo de una sociedad».
«Apuntamos al único remedio conocido contra el coronavirus que es cuidarse y cuidar a los propios, quedarse en casa y aislarse. Se le falta el respeto, no a un Gobierno porque es parte del juego político, pero sí al esfuerzo de una sociedad que está asustada, que no se quiere enfermar, no quiere que se le muera un familiar, que no se quiere morir», aseguró Cafiero en radio La Red.
En la misma línea se expresó el ministro de Salud del país, Ginés González García, quien subrayó que la carta «mezcla la voluntad de querer hacerle un daño al Gobierno y lo que se está haciendo es un daño a la sociedad».
«Nosotros no somos fanáticos de la cuarentena, a todos nos complicó la vida, nadie es procuarentena, en todo caso somos antimuerte, no queremos que la gente se enferme, padezca, tan sencillo como eso «, agregó en radio Mitre.
Ese mismo día se registraron protestas contra el aislamiento social obligatorio en varios puntos del país, y en la capital marcharon dos grupos, uno formado por médicos y personal sanitario, que protestaron desde sus vehículos por la céntrica avenida 9 de julio, y otro grupo que se movilizó a pie por los alrededores del emblemático obelisco porteño.