Toronto, Canadá.– Un grupo indígena canadiense anunció este martes que ha localizado 171 posibles tumbas sin identificar en los terrenos de una antigua residencia escolar en la que fueron internados miles de niños aborígenes.
La Nación Wauzhushk Onigum dijo que con la ayuda de una radar de penetración de terreno ha localizado esas posibles tumbas en los terrenos de la Residencia Escolar Indígena St. Mary, en la localidad de Kenora, a unos 1.800 kilómetros al noroeste de Toronto.
Las tumbas se encuentran en el cementerio de la antigua residencia escolar en la que las autoridades canadienses forzaron el internamiento de niños indígenas durante casi un siglo.
«Con la excepción de cinco lápidas, el resto están sin identificar», dijo la comunidad indígena en un comunicado.
Los registros de la Residencia Escolar Indígena St. Mary, que funcionó entre 1897 y 1972, señalan que 6.114 niños estuvieron internados en la institución.
La semana pasada, la Nación Cree Star Blanket, un grupo indígena cree de la provincia de Saskatchewan, en el oeste de Canadá, dijo que ha localizado centenares de posibles tumbas sin identificar en la antigua Residencia Escolar Indígena Lebret.
Desde que en mayo de 2021 un grupo indígena de la provincia de Columbia Británica, en el oeste de Canadá, anunció el hallazgo de unas 215 tumbas sin identificar en la antigua residencia escolar de Kamloops, numerosas comunidades han empezado a investigar en los terrenos de los internados para niños aborígenes.
Hasta el momento, las investigaciones han revelado más de 1.500 posibles tumbas sin identificar que se teme contienen los restos de niños indígenas que murieron en las residencias escolares, un sistema de internados establecido por Canadá a finales del siglo XIX para asimilar la población aborigen del país.
Se calcula que al menos 150.000 niños fueron internados a la fuerza en las residencias escolares desde el siglo XIX hasta que el último internado cerró sus puertas en 1997.
La Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá estimó en 2015 que algo más de 3.000 niños murieron en las residencias escolares, muchos de ellos de enfermedades pero también por dejadez y abusos de los responsables de los internados.
La comisión también certificó que los niños sufrieron de forma sistemática abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Su informe final dijo que el sistema de residencias escolares era parte de una política sistemática de «genocidio cultural» contra los indígenas puesta en marcha por las autoridades del país durante el último siglo.
En junio de 2022, el papa Francisco visitó Canadá para disculparse personalmente ante los indígenas por el papel de los religiosos católicos en las residencias escolares.