Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la escalada de violencia en Puerto Príncipe, iniciada a finales de febrero, ha provocado que más de 15.000 personas se hayan convertido en desplazados internos.
Más de 86.000 haitianos viven ahora en 84 puntos de desplazamiento, por lo que escuelas, iglesias y plazas públicas se han convertido en centros de refugiados, donde muchas personas viven en condiciones extremas.
Además, según la OIM, en menos de una semana 17.000 personas abandonaron la capital en busca de seguridad en otras provincias, con el peligro que conlleva el desplazamiento, ya que la ciudad y las carreteras están rodeadas de pandillas armadas que lanzaron nuevos ataques en los suburbios de Puerto Príncipe el pasado miércoles, y se podía oír el sonido de disparos en comunidades antes pacíficas alrededor de la capital haitiana.
El personal policiaco es superado por el de las pandillas.
“Cuando me levanté para ir a trabajar, me encontré con que no podía salir porque el barrio estaba en manos de los bandidos”, dijo Samuel Orelus. “Eran unos 30 hombres con armas pesadas. Si el vecindario se hubiera movilizado, podríamos haberlos destruido, pero estaban fuertemente armados y no pudimos hacer nada.”
Los ataques en algunas partes de Puerto Príncipe ocurren dos días después de un estallido de violencia en los barrios acomodados de Laboule y Thomassin en Pétion-Ville, donde murieron al menos una docena de personas.
Hombres armados han incendiado cuarteles policiales, han obligado a cerrar el principal aeropuerto internacional de Haití y han atacado las dos principales prisiones del país, lo que permitió la fuga de unos 3500 presos.
El primer ministro Ariel Henry, quien no ha podido regresar a su país debido a que los aeropuertos están cerrados, ha dicho que renunciará una vez esté creado el consejo de transición que deberá ponerse de acuerdo sobre la designación de un nuevo primer ministro y preparar el camino para la celebración de elecciones presidenciales.
EE. UU. y Canadá piden ayuda a República Dominicana para evacuar diplomáticos desde Haití
Los dos países solicitaron el permiso para tener acceso temporal de personal y equipamiento, incluyendo aeronaves, para llevar a cabo estos operativos, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa (MIDE).
A través de estas operaciones de evacuación, dijo, se ha trasladado al territorio dominicano personal que laboraba en la Unión Europea, el Banco Mundial, las embajadas de Canadá y Cuba, del Fondo Monetario Internacional y Naciones Unidas.
Mientras avanza la escalada de violencia, los países vecinos han reforzado la seguridad en sus fronteras y las embajadas han evacuado a todo su personal y ciudadanos extranjeros.
Haití está a la espera de la llegada de la misión multinacional de apoyo a la seguridad que liderará Kenia y que, pese a haber sido aprobada en octubre pasado por la ONU, aún no se ha materializado.
Por su parte el primer ministro de Dominica reclama otra reunión de alto nivel sobre la crisis de Haití.
El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, afirmó que cree que debería haber una reunión de alto nivel sobre Haití similar a la que se celebró en Jamaica a principios de este mes y criticó la «lentitud» del apoyo internacional para hallar una solución a la crisis del país francófono.
«La situación en Haití es muy, muy seria y creo que la comunidad internacional no ha puesto en Haití el tipo de seriedad o atención que ha puesto en otras partes del mundo», lamentó Skerrit en una rueda de prensa, mencionando los esfuerzos que se están llevando a cabo para apoyar a Ucrania, por ejemplo.
«Haití necesita ayuda y hay algunos que han prometido ayuda y no llega. Entiendo que hay ciertas complicaciones en Haití con respecto a las bandas, la violencia, la falta de funcionamiento de las instituciones gubernamentales, etc., pero donde hay voluntad hay un camino», aseveró el primer ministro de Dominica.
La semana pasada la Comunidad del Caribe (Caricom) y Estados Unidos insistieron en una reunión en Jamaica, en la necesidad de acelerar una transición política en Haití y de desplegar una fuerza multinacional, a la que Washington comprometió 100 millones de dólares adicionales.
Los miembros de Caricom son Antigua y Barbuda, Barbados, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
Un alto funcionario del bloque comercial regional Caricom, que no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo a The Associated Press a última hora del miércoles que el partido Pitit Desalin de Jean-Charles Moïse asumió ser miembro con derecho a voto del consejo, tras haber rechazado inicialmente un puesto.
Era el último partido renuente, lo que significa que el consejo de nueve miembros ya está totalmente formado, aunque no se ha revelado públicamente quiénes lo integran.
Moïse formó recientemente una alianza con Guy Philippe, antiguo líder rebelde que ayudó a derrocar al expresidente Jean-Bertrand Artistide y que fue repatriado a Haití en noviembre tras cumplir condena en una prisión estadounidense después de declararse culpable de blanqueo de dinero.
Con información de agencias EFE, AP, VOA.