Buenos Aires, Argentina – Como reviviendo aquella vieja disputa que comenzó a principios de la década de los 70’s y que recién finalizó en 1984 con la llegada de la democracia, los países ¿hermanos? de Argentina y Chile, volvieron a encontrarse en el ring por un reclamo del presidente chileno Sebastián Piñera –quien está a seis meses de abandonar su cargo– pretende reclamar ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una supuesta soberanía chilena sobre un territorio de 5.000 kilómetros cuadrados que Argentina incluye en su plataforma y de un sector del espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
En aquella ocasión, fue necesaria la intervención mediadora del Vaticano, a través del Papa Juan Pablo II, quien envió al Cardenal Antonio Samoré para evitar lo que ya era una guerra declarada, y que fue posible evitar a pesar de la intransigencia de ambos gobiernos, más propensos a las armas que a las palabras. Precisamente, Chile pretende proyectar su plataforma continental contradiciendo el Tratado de Paz y Amistad firmado en aquella ocasión (1984), y que puso punto final al conflicto por el Canal Beagle, también llamado canal Onashaga, en el cual se otorgó derechos de navegación a ambos países, la mayor parte de las islas a Chile, y la mayor parte del territorio marítimo a Argentina.
De hecho, uno de los párrafos de aquel convenio que hoy Piñera parece desconocer –más que como un capricho de despedida como convicción personal– dice que “La soberanía de Argentina y la soberanía de Chile sobre el mar, suelo y subsuelo se extenderán, respectivamente, al oriente y al occidente de dicho límite” que justamente ahora, 37 años después, está siendo cuestionado.
Este acuerdo incluye además un artículo que dicta “las partes se esforzarán por lograr la solución… toda controversia entre ellas mediante ‘negociaciones directas’”, algo que el gobierno de Piñera no cumplió ya que, en su decreto, publicado recientemente, se refiere directamente a la presentación de su reclamo soberano en instancias de la ONU. En tanto, el gobierno argentino evalúa ir a la corte de La Haya para resolver sobre la mesa este conflicto diplomático y caprichoso.
Convención sobre el Derecho del Mar (CNUDM)
En un esfuerzo de la ONU para asegurar el uso pacífico, cooperativo y jurídicamente definido de los mares y océanos internacionales para el beneficio individual y común de la humanidad, aprobó en 1982 la Convención de los Derechos del Mar, el cual constituye un hito en la extensión del derecho internacional a los grandes recursos hídricos que compartimos en nuestro planeta. Esta Convención ha resuelto numerosas cuestiones importantes relacionadas con el uso de los océanos y su soberanía.