Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, supero esta semana más de 604.000 muertes el día en que el Congreso divulgó un duro informe en el que acusa al presidente Jair Bolsonaro de haber contribuido con esta crisis.
Estas cifras confirman a Brasil, con sus 213 millones de habitantes, como el segundo país del mundo con más víctimas fatales por el virus, después de Estados Unidos, y como el tercero en contagios, detrás de la nación norteamericana e India.
Una comisión del Senado acusó de «crímenes contra la humanidad» al propio jefe de Estado por haber agravado la crisis con su posición negacionista.
El documento también denuncia al mandatario por otros ocho delitos, tipificados como epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica, incitación al delito, atentados contra la dignidad del cargo, prevaricación, falsificación de documentos y uso irregular de dinero público.
Según el informe de la comisión parlamentaria, Bolsonaro incentivó en forma reiterada a la población a incumplir el distanciamiento social, se opuso al uso de mascarilla, promovió aglomeraciones e intentó descalificar las vacunas.
El informe es el corolario de un trabajo de investigación que se prolongó por seis meses y también presenta denuncias contra cuatro ministros y otras 61 personas sospechosas de diversos delitos, entre ellas tres hijos del mandatario, el senador Flavio, el diputado Eduardo y el concejal Carlos Bolsonaro, supuestos responsables de una red de difusión de noticias falsas sobre la pandemia.
El promedio de decesos en los últimos siete días se ubicó el miércoles en 379 diarios, casi la novena parte de la media récord de 3.124 fallecimientos por día que el país llegó a registrar el 12 de abril pasado, en el pico de la segunda ola de la pandemia.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, de los cerca de 21,7 millones de brasileños que contrajeron la enfermedad, unos 20,9 millones se recuperaron y ya fueron dados de alta, lo que equivale a cerca del 96,2 % de los infectados, y otros 215.205 continúan bajo cuidados médicos, que corresponden al 0,99 % del total.
El Gobierno atribuye la mejoría de la situación al avance del proceso de vacunación, que comenzó en enero, aunque tardía y lentamente.