Los artistas cubano-estadounidenses Antonia Wrigth y Rubén Miralles se han puesto al servicio de un plan para mantener conectados a los opositores en Cuba con el fin de que puedan coordinarse entre sí e informar de lo que sucede en la isla mediante algo tan simple como donaciones para recargas telefónicas. Wright y Miralles, que se han destacado por sus proyectos artísticos para espacios públicos, han «intervenido» dos bancos para quienes esperan el autobús colocado en lugares estratégicos del condado de Miami-Dade con un texto alusivo a los presos políticos en la isla, que sobrepasan el medio millar después de las protestas del 11 de julio (11-J), y a «Patria y vida», el himno de los que piden un cambio político en Cuba.
También se invita desde esos bancos, uno situado en el centro de Miami y otro en Haileah, una ciudad de población mayoritariamente cubana, a textear la palabra Cuba a un número telefónico (56512) desde el que se puede donar la cantidad que uno desee para hacer recargas de los teléfonos celulares de personas en la isla.
«Todavía hay más de 500 cubanos detenidos. Envíe minutos de móvil para ayudar a los cubanos a organizarse», se lee en el espaldar del banco junto al número al que hay que textear, una bandera de Cuba y #patriayvida.
Wright y Miralles, que son pareja en la vida, no solo en el arte, dijeron a Efe que el propósito de este proyecto es apoyar la protesta social y ayudar a la gente de la isla.
De distribuir las donaciones para hacer recargas se encarga el movimiento Cuba Decide, que defiende que los cubanos tienen derecho a decidir qué sistema político quieren, porque, según dijeron los artistas, ellos pueden hacer que «lleguen directamente a quien lo necesita», sin que el Gobierno cubano intervenga.
Rosa María Payá, líder de Cuba Decide, dijo a Efe que estar conectados entre sí y con el mundo es fundamental para los opositores y activistas en la isla.
«Cuando los cubanos están conectados, la movilización es mucho más efectiva», subrayó Payá para señalar el importante papel que tuvieron los celulares en el 11-J, las mayores protestas en la isla desde el triunfo de la revolución en 1959.
También son importantes para dar a conocer los resultados de la represión desatada por el Gobierno desde entonces, la situación de los presos políticos y los juicios a los que son sometidos los que participaron en manifestaciones, agregó.
Cuba Decide ha iniciado una campaña para implicar a artistas y propietarios de pequeños negocios de origen cubano en voluntariado y recaudación de fondos para ayudar a la causa de la libertad en Cuba.
«Agradecemos a todos los amigos por su ayuda para potenciar la voz de los que no tienen voz, apoyando a nuestros movimientos hasta lograr la libertad y la democracia en Cuba», añade Cuba Decide en su cuenta de Instagram.