El auge del comercio electrónico y el acceso a las nuevas tecnologías ha abierto la puerta a que los pequeños negocios en la región puedan impulsar sus ventas a través del comercio electrónico.
Hace poco más de cinco años, Daniel Aranda ni si quiera se imaginaba el alcance que podría tener su negocio de artesanías en Ciudad de México. En plena pandemia, decidió dar el paso y crear una compañía para la comercialización de artesanías elaboradas por mujeres mexicanas a través de internet.
Lo hizo al ver que las nuevas tecnologías ofrecían una nueva oportunidad para seguir generando dinero, al tiempo que las medidas por el coronavirus obligaban a toda la población a confinarse como medida de prevención.
“Empezamos a ver que la única manera de poder vender de muchos artesanos era a través de los mercados o en la calle, y como todos estábamos encerrados, perdieron todos sus puntos de ventas. Entonces, eso nos preocupó mucho”, dice Aranda, que fundó “Hasta la raíz” junto a su hermano en la capital mexicana.
Admite que su objetivo era buscar “nuevos puntos de venta” que no se limitara a los típicos mercados de la zona y, de paso, también ayudar a quienes más estaban sufriendo por las consecuencias de la pandemia.
“Decidimos que íbamos a centrarnos en artesanías elaboradas por mujeres porque durante esa exploración de artesanos, vimos que quienes peor la estaban pasando eran mujeres embarazadas o madres solteras que no tenían cómo llevar ingresos al hogar”, relata a la Voz de América.
También se dio cuenta que las nuevas tecnologías suponían una gran herramienta para dar un impulso mayor a sus ventas ya que, de esta manera, su negocio no se limitaba a los mercados de la zona, y gracias a las plataformas de comercio electrónico cualquiera podría comprar sus artículos por internet.
“Desde 2020, solo estamos vendiendo por esta plataforma. No tenemos una tienda física y operamos y producimos todo desde Ciudad de México”, comenta aclarando que cada vez que reciben un pedido se elabora el producto de forma artesanal, por lo que “no hay dos productos iguales”.
Según él, el desarrollo del internet para el comercio electrónico ha ayudado muchísimo a “democratizar” el acceso al comercio electrónico a las personas que cuentan con poco capital para emprender un negocio. Se ayudan de plataformas ya establecidas, como Amazon, que, por ejemplo, ofrecen sin ningún cargo adicional toda la infraestructura para realizar los envíos y almacenar los productos listos para vender de forma segura y con garantías.
Las ventas por internet, en cifras
Amazon es la mayor compañía de comercio electrónico del mundo. En 2022, se reportaron más de 500.000 millones de dólares en sus operaciones globales, lo que supuso un incremento de más de 44.000 millones con respecto al año anterior, según datos proporcionados por la empresa. Aún no hay datos sobre las operaciones en 2023.
El auge del comercio electrónico junto con el incremento de las posibilidades para acceder a internet, especialmente en las comunidades con menos recursos, ha abierto la puerta a que pequeños emprendedores puedan ver una alternativa para sus negocios.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que unos 500 millones de personas en la región cuentan con acceso a la red, frente a los 200 millones que había en 2010.
En relación con el aumento del acceso a Internet a través de dispositivos móviles, aproximadamente el 57 % de la población en América Latina tiene al menos un servicio de Internet móvil activo, lo que significa que cuentan con la capacidad para conectarse a la red. Sin embargo, hay un 40 % de la población que, aunque tiene acceso a la cobertura de Internet móvil, no lo utiliza.
Además, la tecnología de telefonía móvil de quinta generación (5G) también ha experimentado un rápido avance. Se espera que, en los próximos años, alrededor del 15 % de los accesos a redes móviles en la región sean a través de la tecnología 5G. Esto indica una adopción creciente de tecnologías más avanzadas en las comunicaciones móviles, lo que podría significar mejoras en la velocidad y la eficiencia de la conexión para quienes utilicen esta tecnología y, por ende, más oportunidades de negocio para el comercio electrónico.
“Sin el internet no estaríamos acá. El internet nos ha permitido empezar un negocio con muy pocos recursos y poder tener una mayor expansión, llegando a clientes que, de otra forma, no hubiésemos podido llegar”, comenta Ana Sofía Guzmán, una emprendedora salvadoreña ha fundado Binibi, una compañía que vende libros bilingües infantiles para que los niños puedan aprender a leer en inglés y en español.
Es la misma opinión que comparte Walter González, otro emprendedor hispano con base en Miami, Florida, que en 2009 fundó Goja y que gracias a las plataformas de comercio electrónico ha podido establecerse, convirtiéndose en una de las empresas de mayor facturación a través de Amazon.
“Nos dimos cuenta de que el negocio se iba hacia las plataformas de mercados de internet”, comenta González, convencido de que “hoy en día, hay muy pocos negocios que puedan sobrevivir sin ninguna estrategia de comercio electrónico”.
Recuerda que hace 15 años, “no había una estructura en internet para el comercio electrónico”, ya que las ventas -mucho menores- se realizaban a través de los sitios web y de una forma mucho más rudimentaria.
“Alguien te compraba algo y luego tú llevabas ese paquete a la oficina de correos, y luego ellos se encargaban de hacerlo llegar”, recuerda.
Ahora, los tiempos han cambiado. El comercio electrónico, que explotó durante la pandemia, ha dado la posibilidad a que muchos puedan dar el paso y abrir sus propios sin grandes inversiones.
Los expertos aseguran que el auge de las nuevas tecnologías y la rapidez con la que se están desarrollando nuevas herramientas, ayudará a que muchos puedan seguir emprendiendo, aún sin contar con los recursos que se necesitarían para abrir una tienda física.