En años anteriores, el fenómeno climatológico de La Niña se ha manifestado muy débil, aunque desde 2020 se comenzaron a experimentar síntomas de un potencial fortalecimiento como la larga temporada de huracanes del Atlántico, condiciones de sequía en América del Sur y lluvias en Centroamérica y el norte e Suramérica.
Generalmente, el fenómeno se manifiesta en dos formas totalmente diferentes en América Latina: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile.
Varios de estos últimos países viven desde el pasado año una intensa sequía, que ha afectado los cultivos, ha secado ríos e impactado la generación hidroeléctrica. Ahora se teme que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias en el Cono Sur (zona más austral del continente americano, compuesto por Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay), y haga de 2022 un año aún más seco.
Por otro lado, en el noreste de América del Sur han ocurrido deslaves en varios países como en Colombia, donde las represas se encuentran al 86% de su capacidad, casi el doble de los niveles de hace un año, lo que es considerado históricamente alto. Recientemente, el 2 de noviembre, 11 personas murieron en el municipio de Mallama, debido al deslizamiento de tierra provocado por las fuertes lluvias.
En México, las inundaciones en la ciudad capital y estados aledaños han visto un incremento de lluvias fuertes en los últimos años; tan solo el 8 de septiembre en el estado de Hidalgo, 17 personas fallecieron en un hospital que se inundó debido al desbordamiento del río Tula, a causa una fuerte tromba que también afecto todo el Valle de México. Las autoridades meteorológicas han indicado que las lluvias podrían extenderse incluso en algunas partes del país donde las precipitaciones no son frecuentes.
El pasado 8 de noviembre en Córdoba, al norte de Argentina, una fuerte tormenta con granizo azotó diferentes puntos de la ciudad, causando inundaciones de más de 3 pulgadas de agua, cortes de energía eléctrica, caída de árboles y el derrumbe de techos de viviendas.
En Centroamérica, por su parte, el Comité Regional de Recursos Hidráulicos había pronosticado desde el verano que La Niña podría traer a la región “condiciones más lluviosas que lo normal”, principalmente en la frontera de México con Guatemala, el sur de El Salvador, la parte central de Honduras y en el Pacífico de Costa Rica y Panamá.
¿Qué es La Niña?
La Niña es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural a nivel mundial del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Este ciclo tiene dos extremos: una fase cálida, El Niño, y una fase fría, La Niña.
