Incapaces aún de encontrar la fórmula para monetizar sus contenidos, los medios de comunicación afrontan un escenario cuesta arriba para superar la crisis propiciada tras la irrupción de las plataformas en internet, que en 2020 por primera vez aglutinaron más del 50 % del total de la publicidad.
Así señaló este miércoles Antonia Kerle, investigadora de Economist Impact y una de las ponentes de la reunión semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se celebra de manera virtual hasta el jueves, y en donde agregó que ese año los ingresos de los medios escritos se redujeron el 13 %, el declive más alto de los últimos cinco años, y 14 % en Latinoamérica.
«Y la COVID-19 no hizo más que acelerar» esta tendencia en los medios impresos, agregó Kerle, para luego destacar que en el caso de América Latina la disminución ha ido a un ritmo superior al promedio global.
«No se espera que haya una vuelta a niveles previos a la pandemia», alertó esta investigadora durante la segunda jornada de la reunión de medio año de la SIP, en la que se analizó la sostenibilidad de los medios de comunicación, que en el caso de los impresos se percibe un futuro muy preocupante tras registrar en 2020 la mayor caída de ingresos publicitarios desde 2009.
De acuerdo con una investigación de Economist Impact para la UNESCO, en América Latina se prevé que hacia 2025 los ingresos publicitarios vía contenidos digitales cubrirán el 9 % de la pérdida de ingresos en los impresos, por debajo del casi 30 % en el caso de los medios norteamericanos y, con todo, «ni remotamente cerca a lo que los medios necesitan para su viabilidad económica», señaló Kerle.
La analista agregó que los medios operan en un «entorno empresarial y político cada vez más desafiante», con un aumento de violaciones al derecho a la información en Latinoamérica y a la vez pocas donaciones de gobiernos o inversores privados.
Anya Schiffrin, de la Universidad de Columbia, se hizo eco de un pedido del fundador del medio digital surafricano Daily Maverick, el periodista Branko Brkic, quien ha sugerido a los filántropos mil millones de dólares al año en donaciones para medios de comunicación responsables en el globo.
EL PERIODISMO COMO UN BIEN PÚBLICO
La UNESCO ha recalcado el rol del periodismo como un bien público, como resaltó en la reunión Guilherme Canelas de Sousa Godoi, funcionario de la sección de Libertad de Expresión de este organismo, quien dijo que seguirán instando a los Gobiernos para que vigilen esa premisa en pos de una prensa libre, independiente y plural.
El funcionario señaló que las tendencias en materia de libertad de expresión «no son nada buenas» y aludió a un informe de la UNESCO que revela que el 85 % de la población mundial afirma sentir que este derecho ha disminuido en los últimos cinco años, un periodo en el que además han sido asesinados 455 periodistas.
«Tenemos viejos y nuevos desafíos a la hora de proteger la libertad de expresión», recalcó Canelas, quien matizó que, aunque la cifra de asesinatos en los últimos cinco años es inferior al lustro previo, no es el caso del encarcelamiento de los comunicadores al amparo de polémicas leyes sobre calumnias y difamación.
En un panel sobre sostenibilidad, periodismo local y democracia, Jim Brady, vicepresidente de Periodismo, de la Fundación Knight, que busca fomentar «comunidades informadas y comprometidas», calificó de clave para el sector que los medios locales se mantengan «saludables».
Y ello dado que la sostenibilidad financiera implica la tan necesaria independencia periodística que permite, indicó, una mayor «longevidad» de estos medios.
Esa estabilidad viene marcada, dijo, por la necesidad de afrontar el cambio de modelo de negocio, porque difícilmente los medios volverán a tener un 80 % de sus ingresos desde la publicidad.
«La democracia está en juego si no tenemos medios vitales», enfatizó Schiffrin.
LOS CASOS DE AUSTRALIA Y CANADÁ
La investigadora de la Universidad de Columbia puso de relieve la ley australiana de 2021 que obliga desde entonces a empresas como Google y Facebook a pagar por los contenidos producidos por medios de ese país que alojen en sus plataformas, y que, según dijo, ha permitido que entre 110 y 150 millones de dólares hayan ido a medios de comunicación.
Schiffrin puso de relieve además las iniciativas en base a créditos fiscales para medios de comunicación que se estudian en países como Francia, Indonesia y Canadá, éste último país que en 2019 puso en marcha un programa de subsidios fiscales por cinco años para medios de comunicación de 595 millones de dólares.
Por su parte, Pau Deegan, presidente de la asociación de medios canadienses News Media Canada, se refirió al proyecto de ley presentado por el Ejecutivo de su país que busca, como en el caso australiano, que gigantes como Google y Facebook lleguen a un acuerdo con los medios de comunicación para pagar por sus contenidos.
En caso de no llegar a un acuerdo, el proyecto propone un proceso de arbitraje dirigido por el ente regulador canadiense de radio y televisión.
«Tienen todos los beneficios de ser una publicación sin tener ninguna de sus obligaciones», señaló Deegan sobre la actual posición de las plataformas que la legislación canadiense propuesta busca corregir.