La historia señala que, en la noche del 15 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Patria, inició el levantamiento armado en México para independizarse de España, pero fue otro cura, José María Morelos y Pavón, el que dio continuidad al proceso.
Morelos, un personaje considerado a veces secundario, pero tan importante como el iniciador Hidalgo, ha sido colocado en segundo plano en la ceremonia del Grito de la Independencia.
«En el caso de Morelos, de alguna manera siempre se ha visto como el seguidor del movimiento de Hidalgo. Y, aunque hubo muchos otros, no cobra importancia porque es quien habla de una independencia total», explicó en entrevista con Efe la historiadora María Antonieta Ilhui Pacheco.
«Habría que decir que Morelos es alumno de Hidalgo y en ese sentido uno de sus seguidores. Pero, a partir de eso, a lo largo de la historia, se va haciendo una especie de jerarquización en el discurso de los presidentes», añadió Ilhui Pacheco. Para la académica, hay otra serie de héroes de la independencia que junto con Morelos, empiezan a ser reconocidos como Vicente Guerrero.
Según la historia, cuando Morelos fue fusilado en 1816, Guerrero se mantuvo en pie de guerra y fue figura de la resistencia y el levantamiento.
En 1821, después de 11 años de guerra, vio las condiciones propicias para concluir el proceso independentista e inició comunicaciones con los jefes realistas para acordar la pacificación del país.
La especialista señaló que los nombres de los héroes que se empiezan a retomar son de los liberales que finalmente ganan, no los conservadores.
Verónica Hernández, historiadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que actualmente se vive un proceso inclusivo porque “se está recuperando a las mujeres como esa parte, de las que están teniendo participación”.
“Depende también del sesgo político que se quiera dar, por ejemplo, recientemente ya se han incorporado mucho más (a otros personajes) en el grito, salió una Leona Vicario, por ejemplo, y Josefa Ortiz de Domínguez, como parte de estas mujeres que lucharon por la independencia”, apuntó.
Para Hernández, a través de los siglos, en el grito se han visto reflejadas posturas políticas de quienes
«¡Viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡Viva Fernando VII y muera el mal gobierno!» fueron las arengas de Hidalgo, en la parroquia de Dolores, en Guanajuato, en 1810.
El cura no portaba una bandera, sino un estandarte de la Virgen de Guadalupe. Ahora, el Grito lo da el presidente y autoridades locales en la mayoría de las plazas públicas de los 2.457 municipios del país, donde se lanzan vivas «¡a los héroes que dieron patria y libertad!» con la bandera tricolor de México.
Tras la ceremonia, inicia una cena con antojitos, bebidas y música tradicional mexicana, misma que se replica muchas familias mexicanas en el exterior.
Con un aire de alegría, pero también de nostalgia por lo que los dos años anteriores representaron, el municipio, que de forma oficial se llama Dolores Hidalgo Cuna de la Independencia Nacional, revive lo que sucedió hace 212 años, cuando ahí comenzó la lucha para independizarse de España.
Los habitantes del lugar, de apenas unos 160.000 habitantes, reciben un estimado de 350.000 visitantes provenientes de todos los estados del país y otros países ávidos de vivir las fiestas patrias tras la pandemia, que ha dejado más de 330.000 muertes en México, la quinta cifra más alta del mundo.