Hackers alineados con Rusia irrumpieron en las cuentas de redes sociales de decenas de oficiales militares ucranianos y estaban intentando subir videos de soldados ucranianos derrotados y rendidos cuando la maniobra fue desbaratada, según un informe de Meta que detalla un preocupante aumento de la desinformación en las redes sociales este año.
El informe de la empresa propietaria de Facebook e Instagram reveló un aumento en el contenido relacionado con la invasión rusa a Ucrania, así como un aumento en la desinformación y la propaganda internas en países de todo el mundo, lo que indica que ahora se usan más ampliamente las tácticas iniciadas por agencias de inteligencia extranjeras.
“Aunque gran parte de la atención pública en los últimos años se ha centrado en la interferencia extranjera, las amenazas internas están aumentando a nivel mundial”, advirtió Nick Clegg, presidente de asuntos globales de Meta y ex viceprimer ministro británico.
Rusia y sus aliados son promotores importantes, según el informe, con grupos vinculados al Kremlin que difunden desinformación sobre su invasión a Ucrania mientras amplifican en casa las teorías de conspiración prorrusas.
Meta rastreó el intento de usurpar las cuentas de redes sociales de decenas de líderes militares ucranianos hasta dar con una oscura organización de hackers conocida como Ghostwriter, que investigaciones anteriores han relacionado con Bielorrusia, un gobierno aliado del Kremlin. Ghostwriter tiene antecedentes de difundir contenido crítico hacia la OTAN y también ha intentado piratear cuentas de correo electrónico.
“Esto es algo demostrado y verdadero que hacen”, afirmó Ben Read, director de análisis de ciberespionaje en Mandiant, una firma destacada de ciberseguridad de Estados Unidos que ha rastreado las actividades de Ghostwriter desde hace años. El año pasado, Mandiant dijo que las pistas digitales indicaban que los ciberpiratas tenían su sede en Bielorrusia, aunque funcionarios de la UE culparon previamente a Rusia.
Bielorrusia y Rusia no han respondido a los señalamientos.
Dentro de Rusia, el Kremlin ha bloqueado cientos de fuentes de noticias y sitios web, incluidos Facebook y Twitter, y ha amenazado con llevar a la cárcel a cualquiera que intente informar sobre la guerra. En lugar del periodismo riguroso, los medios controlados por el Estado han promovido teorías de conspiración desacreditadas sobre supuestos nazis ucranianos o presuntos laboratorios secretos de armas biológicas de Estados Unidos.