Ciudad de México.— El gobierno mexicano anunció el martes que ha aceptado revisar una queja laboral presentada por Estados Unidos de acuerdo a las disposiciones del pacto de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
La queja presentada este mes señalaba que los derechos de los trabajadores para elegir libremente a su sindicato podrían haber sido violados en la fábrica de Panasonic Automotive Systems en Reynosa, limítrofe con McAllen, Texas.
La Secretaría de Economía de México informó en un comunicado que se reunirá con las partes en conflicto para determinar si hubo alguna violación de las leyes laborales.
Los activistas afirman que, a pesar de que los empleados de la planta votaron en abril para unirse a un sindicato independiente, la empresa sigue trabajando con el antiguo sindicato.
Las tres quejas laborales presentadas hasta ahora por Estados Unidos contra México de acuerdo con las disposiciones del T-MEC tienen que ver con los intentos de los trabajadores mexicanos para sustituir a los sindicatos de la vieja guardia, que durante mucho tiempo han firmado contratos a espaldas de los trabajadores y han mantenido los salarios bajos.
En abril, los trabajadores de la fábrica de Panasonic Automotive Systems votaron por mayoría abrumadora a favor de ser representados por un nuevo sindicato.
Los empleados de la maquiladora, como se conoce a las plantas fronterizas, habían estado representados durante mucho tiempo por un sindicato afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
El nuevo Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS) ganó con 1.200 votos frente a los 390 que obtuvo el antiguo sindicato.
Pero la empresa no ha respetado esa decisión, dijo Susana Prieto, una diputada federal que es abogada y activista laboral.
“Aunque eligieron un sindicato, la empresa sigue trabajando con un sindicato blanco que les metió contra la voluntad de los trabajadores”, afirmó Prieto.
Las llamadas a las oficinas centrales de Panasonic México para obtener comentarios no fueron respondidas.
Recientemente, México ha aprobado leyes que establecen el derecho de los empleados a votar en secreto sobre los contratos y la representación sindical.
En febrero, en otra ciudad fronteriza: Matamoros, los empleados de una planta de ensamblaje de autopartes de Tridonex aprobaron por mayoría abrumadora que un sindicato independiente los represente.
En una planta de GM en la ciudad de Silao, en el centro-norte de México, los trabajadores votaron y expulsaron al sindicato de la vieja guardia, CTM, y lo sustituyeron con un sindicato independiente.
Este tipo de votaciones, aunque todavía son dispersas y escasas, podrían acabar frenando la fuga de puestos de trabajo de la industria manufacturera estadounidense a México, ya que a los empresarios les resulta más difícil garantizar los bajos salarios firmando contratos con los sindicatos mexicanos de la vieja guardia. Muchos trabajadores mexicanos perciben entre el 10% y el 15% de lo que se paga por trabajos similares en Estados Unidos.