Tucson (AZ), EE.UU.- Un equipo de investigadores internacionales liderados por la Universidad de Arizona descubrió casi 500 sitios ceremoniales prehispánicos en el sur de México, en un hallazgo que modifica las teorías sobre los orígenes de la civilización mesoamericana, se informó este lunes.
El descubrimiento está relacionado con el hallazgo del yacimiento de la cultura maya más grande y antiguo, denominado Aguada Fénix y realizado el año pasado por el mismo equipo de investigadores en el estado de Tabasco (México).
Este nuevo descubrimiento de casi 500 sitios ceremoniales más pequeños pero similares en forma y características al de Aguada Fénix transforma la comprensión previa de los estudios previos de la civilización mesoamericana y la relación entre la cultura maya y los olmecas.
Entre los expertos existe un debate sobre si la civilización olmeca condujo al desarrollo de la civilización maya o si los mayas se desarrollaron de forma independiente.
Los nuevos sitios recién descubiertos están ubicados en un área amplia en los actuales estados de Tabasco y Veracruz que abarca la región que fue poblada por los olmecas y las tierras bajas de los mayas occidentales.
Estos centros ceremoniales probablemente se construyeron entre el 1100 A.C. y 400 A.C.
Los investigadores encontraron que los sitios descubiertos comparten características similares con el primer centro en área olmeca conocido como San Lorenzo, que alcanzó su punto máximo de desarrollo entre 1400 y 1100 A.C.
En Aguada Fénix, en el área maya y otros sitios ceremoniales comenzaron adoptar la forma de San Lorenzo alrededor de 1100 A.C.
«Los sitios son grandes horizontalmente pero no verticalmente» dijo Takeshi Inomata, profesor de antropología de la Universidad de Arizona, en un comunicado de prensa.
«La gente siempre pensó que San Lorenzo era único y diferente de lo que vino después en términos de disposición del sitio. Pero ahora mostramos que San Lorenzo es muy similar a Aguada Fénix. Esto es muy importante, nos dice que este sitio fue probablemente el inicio de algunas de esta ideas que luego fueron utilizadas por los mayas», agregó el investigador.
Onomata es también el autor de un artículo sobre este importante descubrimiento que se publica hoy en la revista Nature Human Behavior.
El descubrimiento se hizo gracias a datos recopilados a través de la una técnica de mapeo láser en el aire llamada LIDAR.
Esta técnica logra penetrar la maleza de los árboles y refleja formas tridimensionales de características arqueológicas ocultas bajo la vegetación.
Estos datos fueron recopilados en conjunto con la organización gubernamental mexicana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.