Ciudad de México. — La conferencia matutina del presidente mexicano tendrá a partir el martes un nuevo espacio: informar todo lo que se diga en el juicio al exsecretario de Seguridad Genaro García Luna, acusado de recibir sobornos millonarios para proteger al Cártel de Sinaloa.
El mandatario Andrés Manuel López Obrador explicó que no le tiene confianza a los medios tradicionales mexicanos y QUE quiere que todos los posibles cómplices mencionados en el juicio, que comenzó la víspera, sean expuestos. Es “un drama judicial”, una “tragicomedia”, dijo. “No queremos que la gente no se entere”.
La conferencia matutina diaria ya tiene otros “espacios” temáticos como uno llamado “Quién es quién en las mentiras” donde se arremete con dureza contra los medios críticos con el gobierno.
García Luna fue el máximo responsable de la seguridad pública en México de 2006 a 2012 durante la presidencia de Felipe Calderón. Antes, durante el mandato de Vicente Fox (2000-2006), dirigía un cuerpo federal de policía. Cuando fue detenido en 2019 el gobierno dijo que había en México una investigación abierta en su contra pero no se ha hecho público nada más al respecto.
En la primera jornada del juicio un expolicía que después se incorporó al Cártel de Sinaloa, Sergio Villarreal Barragán, conocido como “El Grande”, habló de operativos conjuntos del cártel y la policía contra grupos criminales antagónicos; de cómo el exfuncionario advertía de redadas o que un día se llevó 14 millones de dólares en cajas de cartón de una bodega repleta de cocaína que la policía había incautado al Cártel del Golfo y entregado al grupo de Sinaloa.
López Obrador dijo que está consultando el tema con los abogados de la presidencia pero el martes ya comenzó a comentar el asunto leyendo una de las crónicas del periódico cercano al gobierno La Jornada.
El juicio de García Luna tiene amplias implicaciones ya que no sólo era la mano derecha del presidente Calderón en la guerra contra los cárteles sino el principal aliado de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, elogiado y galardonado por autoridades de ese país.
López Obrador ha utilizado el caso para arremeter contra las presidencias anteriores al argumentar que debido a su corrupción los grupos criminales aumentaron su poder y, por ende, la violencia. Pero también lo ha usado para criticar la injerencia de Washington en la lucha contra el narcotráfico en México.