Oaxaca, México.- La sociedad civil mexicana y sus niños luchan en este Día Internacional del Cáncer Infantil, la primera causa de muerte por enfermedad en niños de 5 a 14 años y la sexta en niños menores de cinco, según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
En el sureño estado de Oaxaca, Alan Israel, de 12 años de edad, se escapó de las estadísticas fatales y ahora, después de tres años de lucha, sacrificios y secuelas, él y su familia se declaran vencedores.
Desde su silla de ruedas, donde convalece tras dos operaciones en la cabeza donde tenía alojado un tumor canceroso, Alan agradece a las organizaciones de la sociedad civil que nunca lo dejaron solo.
“Gracias por ayudarme y sacarnos de esta enfermedad, quiero caminar ahora», contó a EFE el niño.
Siempre a su lado, Edith García, madre de Alan y trabajadora del hogar, no solo es quien empuja la silla, sino la que sigue el tratamiento día con día.
“Actualmente Alan tiene dos cirugías, la primera fue en febrero del 2019 y la segunda fue en octubre del 2021, ha sido muy difícil porque sabemos el esfuerzo que hemos hecho nosotros económicamente, físicamente, emocionalmente no se diga», narró la mujer.
UNA ENFERMEDAD QUE ASUSTA
En México, cada 90 minutos se registra un nuevo caso de cáncer infantil, lo que totaliza 5.000 nuevos pacientes cada año, según la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC).
Del total, tres de cada cuatro casos de cáncer infantil se detectan en etapas avanzadas.
Pese a los temores, Edith García pide no ver el padecimiento como «una sentencia de muerte».
«A nadie le gusta ver a un hijo sufrir, estar a cada rato internado, no hay esperanzas. Lamentablemente se dice que el cáncer no es curable, que el cáncer es una sentencia de muerte, pero realmente no lo es, porque aquí está la prueba de que mi hijo ha vencido al cáncer”, señaló.
EL APOYO DE LA SOCIEDAD CIVIL
La victoria es compartida con asociaciones como Nicuatole, Con Causa, Staff de los Sueños y Casa de la Amistad, porque si esperaban que el Estado les hiciera valer su derecho a la salud y a los medicamentos, seguirían esperando, dijo la mujer de 34 años de edad.
“Mi esposo es albañil, es chalán (ayudante), lo hacía de todo con tal de poder solventar, aunque sea un poco los gastos de mi hijo. Hay medicamentos que nos cuestan 20.000 o 30.000 pesos (entre 1.000 y 1.500 dólares) y solamente nos alcanza para dos o tres semanas nada más”, denunció.
Las semanas del 2021 fueron las más difíciles para la familia de Alan.
“A veces teníamos que poner todo lo que tenían nuestras bolsas, no importa. (Comíamos) frijolitos, arrocito, no importa. Era bendición con tal de que mis hijos no se quedaran sin comer», indicó.
Alan espera ahora su rehabilitación, porque quedó con secuelas en su movilidad por el tumor canceroso que tuvo en el cerebro durante tres años.
“Y ahora ya nos dieron luz verde para que podamos entrar con todo a la rehabilitación, se puede decir que le ganamos la primera batalla al cáncer para que esté libre completamente de cáncer y el cáncer no regrese. Tenemos que esperar cinco años que el niño siga, así como hoy, sin nada, libre su cuerpo”, dijo su madre.