JERUSALÉN (AP) — Hamas lanzó miles de cohetes y envió a decenas de combatientes a poblaciones israelíes cerca de la Franja de Gaza en un sorpresivo ataque matutino durante una importante festividad judía el sábado, en el que mató a decenas de personas y causó estupor en el país. Israel dijo que estaba en guerra con Hamas y lanzó incursiones aéreas a Gaza, jurando cobrar un “precio sin precedentes”.
Horas después de iniciada la incursión, los soldados israelíes seguían luchando contra los milicianos de Hamas en 22 sitios cerca de la Franja de Gaza, incluidas localidades y otras comunidades, dijo el portavoz del ejército Daniel Hagari, en lo que representa una sorprendente señal de la amplitud del asalto.
El servicio nacional de rescate de Israel dijo que al menos 200 personas murieron y 1.100 resultaron heridas, lo que lo convierte en el ataque más mortífero en Israel en años. Un número indeterminado de soldados y civiles israelíes también fueron tomados como rehenes y trasladados a Gaza, un asunto enormemente delicado para Israel. Hagari dijo que los milicianos también mantenían rehenes en enfrentamientos en dos ciudades, Beeri y Ofakim, que está a 24 kilómetros (15 millas) de la frontera con Gaza.
Al menos 198 personas han muerto en la Franja de Gaza y al menos 1.610 han resultado heridas en las represalias israelíes, según el Ministerio de Salud palestino. Al caer la noche, los ataques aéreos se intensificaron, arrasando varios edificios residenciales con gigantescas explosiones, entre ellos una torre de 14 pisos que albergaba decenas de apartamentos, así como oficinas de Hamas en el centro de la ciudad de Gaza. Israel lanzó una advertencia momentos antes, y no se conoció de inmediato el número de víctimas.
La fuerza, complejidad y sincronización del ataque causaron estupor en los israelíes. Los combatientes de Hamas utilizaron explosivos para abrirse paso a través de a cerca que encierra el territorio y luego cruzaron en motos, camionetas, parapentes y lanchas a motor por la costa.
En las calles de las poblaciones israelíes se veían cuerpos de civiles israelíes y milicianos de Hamas. Las fotos de Associated Press mostraban a una anciana israelí secuestrada y rodeada de hombres armados que la llevaban de vuelta a Gaza en un carrito de golf y a otra mujer apretujada entre dos combatientes en una motocicleta. Imágenes en las redes sociales mostraban a combatientes haciendo desfilar por las calles de Gaza lo que parecían ser vehículos militares israelíes capturados y a un soldado israelí muerto siendo arrastrado y pisoteado por una multitud de palestinos.
El asalto amenazaba con escalar a un conflicto más amplio, como ha sucedido en enfrentamientos anteriores entre Hamas e Israel, que han provocado muerte y destrucción generalizada en la Franja de Gaza y disparos de cohetes israelíes durante días. La mezcla es potencialmente más volátil ahora, con el gobierno de extrema derecha de Israel sacudido por las fallas en materia de seguridad y con los palestinos desesperados por una ocupación interminable.
“Estamos en guerra”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso televisado en que declaró la movilización militar masiva. “No una ‘operación’, no un ‘asalto’, sino en guerra”.
“El enemigo pagará un precio sin precedentes”, dijo, y añadió que Israel “responderá con fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido”.
Por su parte, el furtivo jefe del ala militar de Hamas, Mohammed Deif, dijo que el ataque era en respuesta al bloqueo de Gaza, las incursiones israelíes a ciudades de Cisjordania durante el último año, la violencia en Al Aqsa —el sitio sagrado de Jerusalén que los judíos llaman el Monte del Templo—, los ataques crecientes de colonos judíos contra palestinos y el crecimiento de los asentamientos.
“Basta ya”, dijo Deif, quien no aparece en público, en un mensaje grabado. Señaló que el ataque de la mañana era sólo el comienzo de lo que denominó “Operación Tormenta de Al-Aqsa” y pidió a los palestinos desde el este de Jerusalén hasta el norte de Israel que se unieran a la lucha. “Hoy el pueblo está recuperando su revolución”, añadió.
La incursión de Hamas en Simjat Torá, un día normalmente alegre en el que los judíos completan el ciclo anual de lectura del rollo de la Torá, revivió dolorosos recuerdos de la guerra de Medio Oriente de 1973, de la que se cumplen prácticamente 50 años, en la que Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa en Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío, con el objetivo de recuperar los territorios ocupados por Israel.
Las comparaciones con uno de los momentos más traumáticos en la historia israelí agudizaron las críticas a Netanyahu y a sus aliados de ultraderecha, que han defendido medidas más agresivas contra las amenazas procedentes de Gaza. Los comentaristas políticos criticaron al gobierno por incapacidad para anticipar lo que parecía un ataque inédito de Hamas por su nivel de planificación y coordinación.
A la pregunta de los periodistas de cómo Hamas había conseguido tomar desprevenido al ejército, el teniente coronel Richard Hecht, portavoz del ejército israelí, respondió: “Es una buena pregunta”.
El secuestro de civiles y soldados israelíes también planteó una cuestión especialmente delicada para Israel, que en ocasiones anteriores ha realizado intercambios muy desiguales con tal de traer a casa a israelíes cautivos.
Su número no se conoció de inmediato. Los videos difundidos por Hamas parecían mostrar al menos a tres israelíes capturados vivos, y las fotos de AP mostraban al menos a tres civiles llevados a Gaza, incluidas las dos mujeres. La televisión israelí mostró imágenes de un joven desnudo hasta los pantalones que era conducido a pie asfixiado e informó de que entre los cautivos había ancianas con demencia y trabajadores de Tailandia y Filipinas.
El ejército israelí confirmó que varios israelíes habían sido capturados. Un portavoz del ala militar de Hamas, Abu Obeida, afirmó que el grupo mantenía cautivos a decenas de soldados israelíes en “lugares seguros” y túneles de la Franja de Gaza. De ser cierta, la afirmación podría sentar las bases para complicadas negociaciones sobre un canje con Israel, que retiene a miles de palestinos en sus prisiones.
El asalto llevó escenas de derramamiento de sangre a ciudades del sur de Israel, y había varios cadáveres de civiles que se habían encontrado con el avance de los hombres armados.
En la carretera de las afueras de la ciudad de Sderot, una mujer ensangrentada yacía muerta en el asiento de su coche. En el interior de la ciudad, los cadáveres de al menos seis personas que fueron baleadas en una parada de autobús estaban tendidos en camillas en la calle, con sus bolsas en la acera. En otro lugar, una mujer se arrodilló en la calle y abrazó a un familiar muerto cuyo cuerpo estaba tendido junto a una motocicleta rosa que yacía de costado. De debajo de la sábana sobresalían la mano del motorista con un guante y un pie con una bota de carreras.
En el kibbutz de Nahal Oz, a sólo 4 kilómetros (2,5 millas) de la Franja de Gaza, los aterrorizados residentes que estaban acurrucados en el interior dijeron que podían oír constantes disparos resonando en los edificios mientras continuaban los tiroteos.
“Con los cohetes nos sentimos de alguna manera más seguros, sabiendo que tenemos la Cúpula de Hierro (sistema de defensa antimisiles) y nuestras habitaciones seguras. Pero saber que los terroristas se pasean por las poblaciones es otro tipo de miedo”, declaró Mirjam Reijnen, bombera voluntaria de 42 años y madre de tres hijos en Nahal Oz.
En un discurso televisado, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, advirtió que la milicia había cometido “un grave error” y prometió que “el estado de Israel ganará esta guerra”.
El ejército israelí estaba llevando cuatro divisiones de tropas, así como tanques, a la frontera de Gaza, que se unían a los 31 batallones que ya se encontraban en la zona, declaró el portavoz Hagari. Una cuestión importante ahora era si Israel lanzaría un asalto terrestre contra Gaza, un enclave densamente poblado de más de 2 millones de personas, una medida que en el pasado ha provocado un mayor número de víctimas.
Hamás dijo que había planeado una lucha potencialmente larga. “Estamos preparados para todas las opciones, incluida la guerra total”, declaró Saleh al-Arouri, jefe adjunto del buró político de Hamas, a la cadena de televisión Al Jazeera. “Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario por la dignidad y la libertad de nuestro pueblo”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó “este atroz asalto contra Israel por parte de terroristas de Hamas desde Gaza”. Habló con Netanyahu y dijo que Israel “tiene derecho a defenderse y a defender a su pueblo”, según un comunicado de la Casa Blanca.
Arabia Saudí, que ha mantenido conversaciones con Washington para la normalización de sus relaciones con Israel, emitió un comunicado en la que pedía contención a ambas partes. El reino dijo que había advertido repetidamente sobre “los peligros de que la situación estalle como consecuencia de la continua ocupación (y) de que el pueblo palestino se vea privado de sus legítimos derechos».
El grupo militante libanés Hezbollah felicitó a Hamas, alabando el ataque como respuesta a los “crímenes israelíes”. El grupo dijo que su mando en Líbano estaba en contacto con Hamas sobre la operación.
El atentado se produce en un momento de división histórica en Israel en torno a la propuesta de Netanyahu de reformar el poder judicial. Las protestas masivas por el plan han enviado a cientos de miles de manifestantes israelíes a las calles y han llevado a cientos de reservistas militares a evitar el servicio voluntario, una agitación que ha suscitado temores sobre la preparación del ejército para el campo de batalla y ha suscitado preocupación sobre su capacidad de disuasión frente a sus enemigos.
También se produce en un momento de crecientes tensiones entre Israel y los palestinos, con el proceso de paz prácticamente muerto desde hace años. En el último año, el gobierno de extrema derecha de Israel ha intensificado la construcción de asentamientos en Cisjordania ocupada, la violencia de los colonos israelíes ha desplazado a cientos de palestinos y las tensiones han estallado en torno a un lugar sagrado de Jerusalén.
Israel mantiene un bloqueo sobre Gaza desde que Hamas se hizo con el control del territorio en 2007. Desde entonces, ambos enemigos acérrimos han librado cuatro guerras.
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Adwan informó en Rafah, Franja de Gaza. La periodista de The Associated Press Isabel DeBre en Jerusalén contribuyó con este despacho.