Imágenes de la guerra desatada en la frontera entre Israel y Palestina, provocada por el brutal ataque del grupo terrorista Hamás, han impactado alrededor del mundo. Los testimonios de los sobrevivientes de una parte y otra tienen algo en común, ambos, judíos, y palestinos temen morir.
Al menos 11 empleados de la Organización de Naciones Unidas habían muerto en los ataques aéreos de Israel sobre Gaza desde el fin de semana, informó la ONU el miércoles. Además, hizo un llamado a ayuda económica de emergencia para continuar el trabajo humanitario en el asediado enclave palestino.
El secretario general de la ONU António Guterres llama a la seguridad de los civiles tanto de Israel como de Gaza. Ha dicho que más de 137.000 personas en Gaza — alrededor del 6% de la población — se encuentran en albergues de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Mencionó reportes de ataques israelíes con misiles en contra de lugares como escuelas, centros de salud y edificios de apartamentos.
“Estoy sumamente afligido con el anuncio de que Israel iniciará un asedio total contra la Franja de Gaza, sin permitir el paso de nada, ni electricidad, ni alimentos, ni combustible”, declaró.
“La situación humanitaria en Gaza era extremadamente grave antes de estas hostilidades. Ahora, sólo se deteriorará de forma exponencial”, indicó Guterres.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajó a Israel, en una misión diplomática que incluye un apoyo de Washington en la guerra contra Hamás y esfuerzos para la protección de civiles afectados por el conflicto.
Blinken, aseguró el jueves al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el apoyo de Washington, durante un viaje al Oriente Medio que tiene como objetivo evitar que se extienda el conflicto con los militantes palestinos de Hamás.
Blinken está haciendo una gira por varios países del Oriente Medio mientras Israel desata la campaña de bombardeos más poderosa en los 75 años de historia de su conflicto con los palestinos, prometiendo aniquilar a Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, en represalia por los ataques de los militantes del 7 de octubre.
El secretario de Estado también intenta ayudar a asegurar la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás, algunos de los cuales se cree que son estadounidenses, y avanza en las conversaciones con israelíes y egipcios para proporcionar un paso seguro para los civiles de Gaza fuera del enclave antes de una potencial invasión terrestre israelí.
El viaje de Blinken también pretende enviar un mensaje de disuasión a Irán, que respalda a Hamás, para que no se involucre en el conflicto.
Una hora después de aterrizar en Tel Aviv, Blinken estrechó la mano de Netanyahu y le dijo: «Estamos aquí, no nos iremos a ninguna parte», según mostraron imágenes de la oficina del primer ministro.
Después de Israel, Blinken se dirigió a Jordania para reunirse con el rey Abdalá y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.
Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a los periodistas bajo condición de anonimato que Washington está trabajando para avanzar en las conversaciones para proporcionar un paso seguro a los civiles, algunos de ellos estadounidenses.
«Hay una comunidad de unos 500 a 600 palestinos estadounidenses, más o menos, residentes en Gaza. Algunos de ellos quieren irse (…) y estamos trabajando para organizar un paso seguro», afirmó.
El número de estadounidenses fallecidos en Israel ha pasado ya de 25 a 27, mientras que 14 estadounidenses se encuentran desparecidos, entre ellos podrían estar algunos de los rehenes que Hamás a amenazado con ir matando.
AUMENTA ANTISEMITISMO ALREDEDOR DEL MUNDO
Los ataques aéreos de represalia de Israel contra objetivos en Gaza han sido igualmente mortíferos, con un saldo al cierre de esta edición, de unos 1.300 muertos en Israel y 3.200 heridos por el ataque a gran escala de Hamás, mientras que los bombardeos de represalia de la aviación israelí se han cobrado al menos 1.400 vidas y dejado más de 6.000 heridos en Gaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el bloqueo de 16 años sobre Gaza ya ha dejado sin recursos suficientes a su sistema de salud, que esta roto ante los recientes ataques de Israel.
“Existe una urgente necesidad de establecer un corredor humanitario para los pacientes y el movimiento sin restricciones de personal humanitario y de suministros de salud esenciales”, dijo la OMS.
“Estas hostilidades sin precedentes — y el rápido incremento en el número de muertos — ponen de relieve la urgencia para que todas las partes pongan fin a la violencia y garanticen la protección de los civiles”, indicó Ana Povrzenic, directora local para los palestinos del Consejo Noruego para los Refugiados.
La situación sigue deteriorándose en Gaza y que el anuncio de Israel de “asediar” la zona representa una grave violación a las leyes internacionales; algo que están aprovechando los antisemitas para manifestar su odio y se temen actos de violencia contra los judíos también fuera del medio oriente.
Desde Nueva York hasta Londres, desde St. Louis hasta Sídney, las comunidades judías están lidiando con el odio y la intolerancia que a menudo estallan cada vez que estalla el Oriente Medio.
«Es un hecho triste que cada vez que surge un conflicto entre Israel y los palestinos, los judíos en todas partes del mundo sufrirán algún nivel de violencia de odio», dijo Heidi Beirich, cofundadora del Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo.
Israel se sumió en una sangrienta pesadilla cuando militantes de Hamás desataron un ataque sorpresa, en que mataron al menos a 1.000 israelíes, hirieron a más de 2.000 y tomaron a casi 200 personas, entre ellos mujeres y niños, como rehenes.
Brian Levin, destacado investigador del extremismo y profesor emérito de la Universidad Estatal de California en San Bernardino, dijo que fue «la peor matanza de judíos en un solo día desde el Holocausto».
El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó el ataque como «un acto de pura maldad».
Si bien el brutal ataque de Hamás ha despertado simpatía por Israel, también ha provocado una oleada de amenazas en línea contra los judíos, intimidación a las instituciones judías y exhibiciones descaradas de símbolos antisemitas.
Las amenazas antijudías en Telegram, una plataforma popular entre los militantes del Estado Islámico y los supremacistas blancos, aumentaron en un alarmante 488 % en las primeras 18 horas del sábado, según la Liga Antidifamación, el grupo judío de derechos civiles más antiguo de Estados Unidos.
Fuera de internet, ha habido informes esporádicos de incidentes antisemitas. En Salt Lake City, Utah, una sinagoga se vio obligada a evacuar tras recibir una amenaza de bomba. La policía está investigando amenazas contra varias sinagogas en el estado.
En St. Louis, Missouri, se pintó con aerosol una esvástica en el costado de un camión. La policía dijo que lo estaban investigando como un acto de vandalismo antisemita.
Y en Londres, un restaurante kosher fue destrozado en la sección Golders Green de la ciudad. El alcalde Sadiq Khan afirmó: «No habrá tolerancia para el odio».
En los primeros cuatro días del conflicto se produjo un aumento de más del 300 % en los incidentes antisemitas en el Reino Unido, según Community Security Trust.
Según expertos en extremismo, las protestas pro-palestinas en todo el mundo a veces han adquirido un tono antijudío.
En la ciudad de Nueva York, un manifestante que asistía a una manifestación a favor de Hamás el domingo fue visto blandiendo una esvástica, lo que llevó al alcalde Eric Adams a condenar la protesta.
En Sídney, imágenes no verificadas distribuidas por la Asociación Judía Australiana parecían mostrar a un grupo de manifestantes frente al edificio de la Ópera gritando: «Gasear a los judíos». La policía está investigando el incidente.