Santo Domingo, República Dominicana.- La Ciudad Colonial de Santo Domingo, habitualmente bulliciosa y repleta de turistas, es más bien una ciudad fantasma en estos tiempos de coronavirus pero algunos de sus restaurantes, cerrados al público por decreto durante la cuarentena, mantienen sus fogones en marcha con fines solidarios.
Miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), que trabajan en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, República Dominicana, acuden al restaurante Pat’ e Palo donde se les proporciona desayunos y cenas gratuitas a diario.