Muchos afganos guardan un sentimiento de haber sido traicionados. Otros, se lamentan de quedar abandonados por gobiernos occidentales para los que trabajaron en las últimas dos décadas pero dicen que no tienen tiempo para recriminaciones y lo que necesitan es salir cuanto antes de Afganistán.
Algunos abrigan la esperanza de que el Talibán cumpla su promesa a los gobiernos occidentales de que una vez que los últimos vuelos de evacuación despeguen de Kabul el martes, no bloqueará la salida de los afganos con visas y pasaportes una vez que se reanuden los vuelos comerciales.
¿Pero cumplirá la promesa?
Pocos están tomando al pie de la letra las promesas del Talibán a una serie de países. “No estoy diciendo que debemos confiar en todo lo que diga el Talibán”, dijo el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, el domingo en una entrevista de la cadena ABC.
Temores
Algunos afganos que hablaron con la Voz de América por teléfono desde Kabul temen que no se cumplan las promesas. Los que trabajaron con las misiones de Occidente o en las fuerzas de seguridad no están seguros de que les renueven sus pasaportes o los de sus familiares cuando los servicios del gobierno se reanuden en la capital afgana.
También sospechan que pudieran estar en listas del Talibán y si presentan sus pasaportes para renovar o hacen filas en el exterior de las embajadas para solicitar visas pudieran ser detenidos.
“Personalmente no sé cuál va a ser el futuro y cómo puedo hace planes si ni siquiera tengo idea de los cambios que vendrán en los próximos minutos o en horas”, dijo Aalem, quien trabajó con programas culturales y orientados a la juventud patrocinados por Estados Unidos.
Aalem luce confuso y en estado de choque porque no pudo salir ni sacar a su personal y a su familia, y pidió no ser claramente identificado en esta historia por razones de seguridad, al igual que otros afganos.
Rutas terrestres
Otros afganos que hablaron con la VOA desde el domingo dijeron que están tratando de explorar rutas terrestres para salir del país y temen que el Talibán regrese lentamente a imponer el mismo tipo de gobierno opresivo de la década de 1990.
Las mujeres que no tienen un compañero varón que las acompañen en una travesía para salir de Afganistán están especialmente alarmadas al pensar si arriesgarse a emigrar por tierra a los países vecinos.
“Creo que no sería posible para nosotras”, dijo una joven de 23 años que trabajó para el gobierno de Estados Unidos. Ella y su hermana están horrorizadas de lo que pudieran encontrar en el camino, pero afirman que tampoco dejarán atrás a su madre, quien está muy frágil para embarcarse en una jornada incierta.
“No hay una vía segura para nosotras, ya sea hacia Pakistán o Irán”, dijo Esin, una estudiante de 22 años, quien se está ocultando con su madre y dos hermanas. Ella trabajó de voluntaria para el gobierno de EE. UU. “La mayoría de las carreteras están en manos del Talibán y con ellos sería muy peligroso”.
Algunas ONG occidentales están tratando también de explorar rutas terrestres hacia Pakistán, Irán, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán, muchas de las cuales están oficialmente cerradas pero se cruzan ilegalmente por afganos muy desesperados que se ponen en manos de contrabandistas.
También hay gobiernos occidentales que han iniciado negociaciones con algunos de esos vecinos para que reabran sus fronteras, especialmente Tayikistán y Uzbekistán, han dicho funcionarios.