En un encuentro del presidente de República Dominicana con los presidentes de Panamá, y Costa Rica el pasado miércoles en la capital panameña, se abordaron temas sobre migración regional y asuntos de seguridad.
Se trata de una alianza de las tres naciones sellada recientemente en Nueva York cuyo fin es tratar temas de interés prioritarios de política exterior, así como el comercio, la institucionalidad y acciones conjuntas para atender la pandemia.
La iniciativa la impulsan el mandatario dominicano, Luis Abinader, el panameño Laurentino Cortizo y el costarricense Carlos Alvarado.
Dominicana, que comparte la isla La Española con Haití, es receptora directa de la migración que se da en la vecina nación sumida en la pobreza, la inseguridad y los problemas políticos.
La reunión tuvo ene lugar en medio de una ola migratoria, mayormente de haitianos, desde Sudamérica hacia el norte del continente y que incluye el tránsito por la peligrosa jungla del Darién en la frontera de Panamá con Colombia.
En la frontera colombo-panameña existe una zona natural de una maraña selvática, hostil e impenetrable, conocida como el Tapón del Darién, controlada por grupos guerrilleros y paramilitares, y un crucial paso para migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Panamá y Costa Rica mantienen un acuerdo para permitir el paso controlado de migrantes por su punto fronterizo, aunque en los últimos meses las autoridades de ambos países se han visto desbordadas debido al mayor flujo de migrantes registrado hasta ahora.