El embarazo adolescente es un tema recurrente en los medios de comunicación dominicanos, reflejo de la frecuencia con la que se da en el país, sin que el debate logre acabar con un problema que ahora se pone de manifiesto en la XXX Bienal Nacional de Artes Visuales, que se celebra en Santo Domingo.
La obra titulada «Colección Primavera», creada por el ya fallecido artista dominicano Jorge Pineda en 2014, presenta un maniquí que recrea a una adolescente embarazada, vestida con un uniforme escolar adaptado a la fisionomía de una gestante, junto a la cual hay un perchero con varias camisas y faldas del atuendo estudiantil.
La instalación no ha pasado desapercibida para la primera dama, Raquel Arbaje, quien ha llamado la atención en sus redes sociales sobre la obra, que «invita a reflexionar y a visibilizar el embarazo en adolescentes en la República Dominicana, una realidad para la cual nuestras niñas no están física ni emocionalmente preparadas y que las empuja a abandonar los estudios».
Arbaje, que preside el Gabinete de Niñez y Adolescencia, reconoce «la gran contribución post mortem que Pineda ha realizado en motivar un debate social necesario» en el país.
Según datos difundidos el pasado mes de mayo por el Ministerio de Educación, en el año escolar 2022-2023 en los colegios dominicanos se registraron 1.422 estudiantes embarazadas, de las que 113 quedaron encinta a causa de violación y 30 por incesto, otras 3.697 ya eran madres y 1.440 chicos eran padres.
EL EMBARAZO ADOLESCENTE Y SUS SECUELAS
República Dominicana encabeza las listas de la región en embarazo adolescente, con frecuencia asociado a las uniones tempranas, con 94,3 madres de entre 15 y 19 años por cada mil nacimientos en el país, más del doble de la tasa mundial de embarazo adolescente (42), según el Banco Mundial.
Las principales consecuencias del embarazo prematuro son abandono escolar, mayor número de hijos, mortalidad materna en adolescentes, mayor pobreza, menor autonomía económica en el futuro o más riesgo de sufrir violencia de género y situaciones que se perpetúan en las siguientes generaciones, sin que haya una verdadera conciencia de las secuelas para esas jóvenes y su entorno.
Además, el embarazo adolescente cuesta 245 millones de dólares cada año a la República Dominicana, el 0,29 % del producto interno bruto (PIB), de acuerdo con datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
El Gobierno dominicano impulsa políticas dirigidas a disminuir las uniones tempranas y el embarazo entre las adolescentes, prácticas normalizadas y arraigadas en el país, donde el 35 % de los nacimientos en hospitales públicos corresponde a adolescentes, porcentaje del que el 22 % no alcanza los 15 años de edad.
Arbaje mencionaba en su publicación en X -antes Twitter- la Política de Prevención y Atención a las Uniones Tempranas y el Embarazo en Adolescentes (PPA), así como la ley que elimina el matrimonio infantil, iniciativas de reciente implantación valoradas por organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pero que aún no han arrojado cifras que permitan evaluar su eficacia.
En su trigésima edición, la Bienal Nacional de Artes Visuales está dedicada a la figura de Jorge Pineda y la instalación de la adolescente embarazada es solo una de las muchas piezas del autor expuestas en Museo de Arte Moderno, donde se puede visitar la muestra hasta el 15 de diciembre próximo.