La cifra de muertos como resultado de una fuerte explosión en República Dominicana a principios de esta semana ascendió el miércoles a 25, mientras los bomberos aún combaten las llamas, informó un alto funcionario de Defensa Civil a The Associated Press.
El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado a hablar con la prensa, dijo que el número de desaparecidos se mantiene en 10 debido a que las autoridades forenses aún intentan determinar si los cuerpos adicionales corresponden a los desaparecidos.
El personal de emergencias aún no ha podido tener acceso total al edificio en donde se registró la explosión del lunes en una panadería de la ciudad de San Cristóbal, que se ubica a poca distancia al oeste de la capital Santo Domingo.
Amigos y familiares angustiados deambulan fuera de hospitales y morgues con claras muestras de enojo y frustración, diciendo que nadie ha sido capaz de darles información.
En tanto, las autoridades investigan las causas de la explosión y prometen tomar medidas contra cualquier establecimiento que no esté cumpliendo con las regulaciones.
Ito Bisonó, ministro de Industria y Comercio, dijo a la prensa que las autoridades ya han determinado que no había tanques de ningún tipo en el área, añadiendo que está a la espera de que las autoridades investiguen lo sucedido.
“Ha sido de gran magnitud”, dijo sobre la explosión.
Bisonó declaró dentro de una catedral en San Cristóbal en donde el miércoles se llevó a cabo una misa en honor de las víctimas, en la que los dolientes vestidos en su mayoría de blanco ocuparon todo el recinto.
Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia, dijo el martes por la noche en conferencia de prensa que en caso de que una fábrica no identificada estuviera operando de forma ilegal, tal como han asegurado algunos residentes, la investigación debería sacar eso a la luz.
“Si hay algún tipo de culpabilidad o no, la arrojará la investigación”, declaró. “Las acciones legales no se harán esperar”.
Al menos 59 personas resultaron heridas a causa de la explosión, la cual ocurrió en una zona comercial de gran actividad en el centro de la ciudad y destruyó cuatro edificios y dejó daños en otros nueve. Más de 30 personas continúan hospitalizadas con lesiones como fracturas, quemaduras y problemas respiratorios. Dos bomberos también recibieron atención médica por inhalación de humo.
Más de 30 ambulancias y alrededor de 500 elementos, incluidos rescatistas y agentes, respondieron al lugar del incidente.
El humo tóxico aún flota sobre el lugar de la explosión, por lo que las autoridades llamaron a la población a portar mascarillas.
San Cristóbal, lugar de nacimiento del dictador Rafael Trujillo, fue escenario de otra explosión hace casi 23 años. Un depósito de armas estalló en octubre de 2000, dejando al menos dos muertos y más de una veintena de heridos, lo que obligó a las autoridades a evacuar a miles de personas.