Reading PA- La Batalla del 19 de marzo, una de las tantas batallas que hemos librado; producto de nuestra fe, perseverancia, entrega y pasión por nuestra patria, somos un pueblo alegre, esforzado, decidido, características que nos identifican como gente que no se rinde, ha sido demostrado a través de los años. Hemos superado los desafíos que se nos ponen delante sin importar la índole. Nos encontramos en una era de “líderes influyentes” frente a los cuales, de alguna manera sostenemos una batalla social y ética, considerada con creencia firme que será ganada; cada uno desde su plataforma, sin importar bandería política, estatus económico, poniendo en alto la nación que nos entregó primero Dios y luego los padres de la patria.
Enarbolando uno de los pensamientos de Duarte “Nunca me fue tan necesario como hoy tener salud, corazón y juicio, hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria’’ hace pensar que en días como estos en los que se ve amenazada nuestra República Dominicana, es determinantemente necesario que gente con corazón, sano y mente juiciosa se ponga en la brecha por la tierra de Duarte, Sánchez y Mella.
No podemos ignorar que muchos países de Latinoamérica son y fueron escenarios de movilizaciones sociales que pusieron a prueba la unidad, la conciencia social, la vulnerabilidad de los gobernados y que en pleno siglo XXI, hombres y mujeres han puesto en juego su integridad física a fin de preservar la justicia social y la libertad de la patria.
Nosotros los dominicanos, seguimos alzando la bandera tricolor, poniendo en las manos de Dios nuestra nación donde quiera que estemos, como dice nuestro escudo “Dios, patria y libertad” y cada desafío que el Eterno nos permita, lo superaremos con fe y haremos los cambios necesarios en nuestras vidas y nuestra nación, aun somos favorecidos con fuerza, coraje y seguiremos haciéndolo por y para la patria que es lo mismo que trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.
El mundo está consternado en este momento, el Covid-19 nos ha retado, sin embargo, no perdamos la fe y estemos seguros que esta batalla también la ganaremos. Procuremos conservarnos buenos, conservar nuestro corazón y nuestra cabeza, como lo citó Duarte.
Las cosas están cambiando, el universo da voces, tu y yo demos gloria al Altísimo por la gracia que tenemos, Él nos ha mirado con ojos de misericordia, la cual se renueva de día en día. Confiamos en una Quisqueya renovada y bendecida con el favor de nuestro Padre.
Mantengamos el pulso equilibrado, un abrazo. emma_martinez10@hotmail.com