Representantes de países iberoamericanos reclamaron al inicio de la semana acciones concretas y la inversión de más recursos económicos para enfrentar la amenaza que supone la crisis climática, en un contexto particularmente difícil por la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania.
La cuestión del financiamiento centró los discursos de la XI reunión de ministros de Medio Ambiente y Cambio Climático de Iberoamérica que se celebró en la capital dominicana, ciudad que en marzo próximo acogerá la Cumbre de Jefes de Estados y de Gobierno de Iberoamérica.
Durante dos días, los funcionarios dialogarán sobre los desafíos y oportunidades con el fin de lograr el desarrollo sostenible y una recuperación verde.
MÁS RECURSOS ECONÓMICOS
Uno de los grandes retos que enfrenta la región, particularmente los países más pobres y vulnerables, es conseguir recursos que ayuden en la mitigación de los efectos del cambio del clima, una amenaza para la especie humana dijo en la apertura de la reunión el canciller dominicano, Roberto Álvarez.
«Nos acercamos a un punto sin retorno causante de catástrofes cada vez más extremas y frecuentes», advirtió el diplomático, quien apostó por multilateralismo y la cooperación para afrontar esta situación.
De su lado, el ministro dominicano de Medio Ambiente, Miguel Ceara, apostó por sistemas financieros sostenibles que orienten la inversión hacia la acción climática, logrando una mayor presencia del sector privado.
Para esto, «nuestros Gobiernos deben enviar señales de política, y garantizar transparencia, largo plazo y certeza de política», dijo Ceara, quien asumió el cargo recientemente tras el asesinato el 6 de junio pasado del ministro Orlando Jorge Mera a manos de un amigo de infancia.
En tanto, Gustavo Mañez, coordinador regional de cambio climático para América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), señaló que la necesidad de financiamiento externo para la mitigación de los efectos la crisis climática «es enorme».
De acuerdo con Mañez, solo el 7 % de los fondos dedicados en la región para dar respuesta a la crisis generada por la pandemia «están alineados con criterios de sostenibilidad, es decir, que estamos perdiendo la oportunidad de recuperarnos de una forma sostenible».
Este porcentaje está muy lejos del dedicado a esta cuestión por los países desarrollados, que se sitúa entre el 20 % y el 30 %, afirmó en su intervención.
En su turno, la secretaria ejecutiva adjunta de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Unccd, en inglés), Andrea Meza, subrayó que la actual coyuntura requiere de una inversión «sin precedentes» para afrontar los cambios del clima.
«Requerimos de esa movilización de recursos no reembolsables, también de recursos reembolsables, pero a un costo accesible que nos permitan como región ir haciendo esas transformaciones», dijo.
RESILIENCIA Y ADAPTACIÓN
En sus discursos, los expositores también abogaron por una mayor resiliencia y adaptación de la región ante la crisis del clima.
Los tomadores de decisión, dijo Ceara, están ante «la oportunidad de cambiar el curso de la historia de la humanidad hacia un mundo resiliente, donde todos puedan prosperar y tener oportunidades».
Esto podría suponer un costo económico para Latinoamérica de alrededor de 100.000 millones de dólares al año para 2050 y se estima que la inversión total necesaria para adaptarse a los efectos climáticos «ya inevitables» son solo una cuarta o sexta parte de los costes anuales de estos impactos, que se estiman entre 17.000 y 27.000 millones de dólares al año.
RECUERDAN AL ASESINADO MINISTRO DOMINICANO
En la reunión, los presentes recordaron al asesinado ministro dominicano.
El Ministerio Público de su país acusa del crimen a Miguel Cruz, amigo de infancia de Jorge Mera, quien se habría quejado de que el ministro rechazó otorgarles un permiso para exportar 5.000 toneladas de baterías usadas que solicitó a nombre de su empresa Aurum Gavia.
Cruz guarda un año de prisión preventiva por el asesinato del funcionario, un amigo personal del presidente del país, Luis Abinader, y cuya muerte consternó a la sociedad dominicana.