Santo Domingo, República Dominicana.– La falta de estadísticas elaboradas a partir de datos fiables es uno de los principales escollos en la lucha contra la violencia basada en género en territorios del Caribe donde, en algunos casos, tampoco existe una legislación sobre esta materia que proteja a las víctimas de forma efectiva.
Así se puso de manifiesto durante la II Cumbre sobre Violencia Basada en Género celebrada este miércoles y jueves en Santo domingo para fomentar la colaboración entre los socios del proyecto Caribe Unido en busca de soluciones a la violencia de género, que ha reunido a representantes de organizaciones de 12 países de la región.
Etsu Bradshaw-Caines, responsable de la organización Garden of Rebirth, de St. Kitts y Nevis, señaló en declaraciones a Efe que «la falta de datos es un problema en la mayoría de los países», sin información no es posible definir la dimensión de la violencia de género y, en consecuencia, tomar medidas al respecto para prevenirla y frenarla.
Otra de las principales deficiencias que señaló es «la falta de servicios adecuados, como casas de acogida para las víctimas» que, especialmente en comunidades pequeñas, se ven desvalidas y no se atreven a denunciar su situación, lo que contribuye a soslayar el problema.
En comunidades como St. Kitts y Nevis, con 54.000 habitantes, «las mujeres tienen temor a hablar, a ofender a los que representan la autoridad», miedo que también está incentivado por el ámbito religioso, opinó.
A su entender, la falta de políticas para erradicar la violencia de género, para atender y proteger a las víctimas deriva del hecho de que los líderes máximos de estos territorios «todavía son hombres» y, «aunque las mujeres están empezando a alcanzar posiciones de liderazgo, aún se intenta moldear el discurso de esas mujeres», apuntó.
Etsu Bradshaw-Caines manifestó se mostró satisfecha con los resultados de este encuentro, organizado por el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN), y destacó la importancia de desarrollar relaciones con otros colegas que también trabajan en este ámbito para avanzar en sus proyectos.
La iniciativa está financiada por la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos que, desde 2020, ha aportado 370,000 dólares en dos rondas de subvenciones para contribuir con los proyectos de los 12 participantes en el encuentro.
Las organizaciones beneficiarias son de Jamaica, St. Kitts y Nevis, Granada, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, Bahamas, Haití, Barbados, Dominica, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía y tienen entre y sus objetivos la mejora de los datos disponibles en materia de violencia de género en cada territorio.
Asimismo, buscan reducir las actitudes socioculturales que conducen a este tipo de violencia mediante actividades dirigidas a jóvenes y comunidades vulnerables, así como fortalecer los servicios y redes para las víctimas trabajando con entidades gubernamentales locales vinculadas a este ámbito.