Un total de 43.540 personas han tenido que abandonar sus casas en República Dominicana por los efectos del huracán Fiona, que tocó tierra el lunes pasado en este país, según un informe publicado el jueves por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). Anteriormente, el COE había cifrado los desplazados en 10.400.
El huracán causó daños a 6.446 viviendas y destruyó 2.262, de acuerdo con el COE, que precisó que 23 localidades siguen incomunicadas.
Asimismo, informó que 210.433 personas continúan sin agua y 725.246 sin energía eléctrica.
Se mantienen 17 provincias en alerta amarilla y 10 en verde, mientras sigue la prohibición de todas las actividades recreativas en montaña y el uso de ríos, canales y arroyos.
El presidente dominicano, Luis Abinader, anunció el miércoles que unas 8.300 viviendas serán reconstruidas en las zonas más afectadas por Fiona, que llegó el país con categoría 1.
Abinader indicó que, tras la llegada de los materiales necesarios que aportará el Gobierno, se prevé la reconstrucción de 5.500 viviendas en el este del país y 2.800 en el noreste.
De hecho, anunció para este fin de semana, cuando hayan llegado ya los materiales, «una jornada especial de reconstrucción» en la que participarán Gobierno, sociedad civil y ayuntamientos.
Además, se entregó a los municipios y distritos municipales de las ocho provincias declaradas en estado de emergencia un primer aporte de 99,5 millones de pesos (unos 1,8 millones de dólares), a fin de que las autoridades locales puedan contratar el personal necesario para hacer frente a los daños sufridos.
Ya se ha restablecido ya en un 85 % el tránsito en el este del país.
Si bien al inicio había 1,1 millones de afectados por el agua, ya han recuperado este servicio 400.000 personas y se espera el fin de semana el suministro esté restablecido el cien por cien.
Para ayudar al sector agropecuario, se han adoptado medidas como la reestructuración del pago de los préstamos vigentes a cero intereses y la financiación a los afectados para que puedan restablecer sus cultivos también a tasa 0.
Asimismo, se han repartido decenas de miles de raciones de comida, lo que seguirá haciéndose el tiempo necesario, y se están distribuyendo colchones y enseres del hogar entre los vecinos de las zonas afectadas.
También se han instalado hospitales móviles y se lleva a cabo un monitoreo constante ante posibles enfermedades como consecuencia del paso del huracán.
Aunque todavía se están calculando los daños y se espera tener datos estimados al respecto para el proximo lunes, estos van a ser cuantiosos, en especial en agricultura, infraestructuras viales, reconstrucción de viviendas y de energía eléctrica y en la recuperación del agua potable.
«Estamos haciendo los ajustes financieros adecuados para que no falte dinero para la reconstrucción», subrayó el presidente.
El huracán, ya categoría 4 con vientos de 130 millas por hora (215 kilómetros/hora), amenaza de las islas Bermudas, y la costa este de Canadá.