La diáspora dominicana estuvo de fiesta el pasado fin de semana. Sin poder celebrarlo como otros años, el 27 de febrero se festejó de manera virtual en diversos eventos organizados por los quisqueyanos de la región.
La independencia de la República Dominicana fue el proceso político por el que la parte este de la Isla Española, conocida como Santo Domingo español, se independizó en el año 1844 del Imperio de Haití, que la mantenía ocupada militarmente desde 1822.
Los patriotas dominicanos Ramón Matías Mella, Francisco del Rosario Sánchez, y otros, liderados por Juan Pablo Duarte, proclamaron la separación de Haití.
El himno nacional de la República Dominicana, el cual ahora será requisito saberlo para graduarse, es la composición musical patriótica que representa al país y que, junto con la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio. Su letra fue compuesta por Emilio Prud’Homme y la partitura musical del himno fue creada por el maestro José Reyes en 1883.
Nuestro himno nacional se interpretó por primera vez el 17 de agosto de 1883, en los salones de la Respetable Logia Esperanza Nº 9, localizada en La Casa de Las Gárgolas, calle Las Mercedes Nº 4, en la ciudad de Santo Domingo. La segunda ciudad donde pudieron escucharse las notas musicales del himno nacional dominicano fue Azua.
La música tuvo un éxito inmediato, pero con la letra no sucedió lo mismo, pues contenía errores en referencias históricas, y es por eso que Emilio Prud’Homme lo corrigió en 1897, cuando se usó por primera vez en actos oficiales del país. A medida que pasaba el tiempo, el himno nacional era cada vez más reconocido en todo el territorio nacional, pero no fue hasta el año 1934, bajo el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo, que el Congreso adoptó la composición de Prud’Homme (“Himno Nacional”), con la música de José Reyes, como el Himno Nacional dominicano.
Nuestro himno nacional actualmente consta de doce estrofas, pero solo usamos las cuatro primeras. Estas son las letras de nuestro himno:
I
Quisqueyanos valientes, alcemos
Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos
Nuestro invicto glorioso pendón.
II
¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,
A la guerra a morir se lanzó,
Cuando en bélico reto de muerte
Sus cadenas de esclavo rompieron.
III
Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece
Que templó el heroísmo viril,
IV
Mas Quisqueya la indómita y brava
Siempre altiva la frente alzará;
Que si fuese mil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.
¡Un abrazo y que el impacto de Jesús en nuestras vidas nos mantenga el pulso equilibrado!
emma_matinez10@hotmail.com